Máxime cuando Roca Rey, y su nueva administración, andan, todavía, deshojando la margarita, dando quebraderos de cabeza a los empresarios, temerosos de su “más por menos”. Más dinero, menos festejos.
(ladivisa.es)
El, domingo, 22 de diciembre, fue el día de la ilusión, a las 8 de la mañana, para según avanzaba el día pasar a ser el día de la salud y el trabajo, para la mayoría de los infortunados, legión.
Y al toreo, sí, le ha tocado el “gordo”: Morante vuelve en Olivenza. Todo apunta que será una realidad. Se descarta, de fuentes bien informadas, que abra temporada el Domingo de Resurrección en Sevilla, plaza del que será, Morante, como últimamente, base del abono con 4 tardes, Resurrección incluida, pero para no repetir lo de 2023 de arrancar en seco en fecha y plaza tan importante…
De la decisión del “cigarrero” no sólo se beneficia Olivenza, puede ser, también, un balón de oxigeno para otras plazas que programan por delante del inicio del abono sevillano, principalmente Fallas, en Valencia.
Máxime cuando Roca Rey, y su nueva administración, andan, todavía, deshojando la margarita, dando quebraderos de cabeza a los empresarios, temerosos de su “más por menos”. Más dinero, menos festejos.
Morante ha tenido un 2024 muy complicado, en continuo conflicto entre el torero, el hombre, el personaje (tampoco es nuevo) y todo apunta que, tras el merecido descanso, físico y mental, sus “tournés” de relajo, y demás, le han devuelto la felicidad, esa que no es exclusiva suya, sino patrimonio de toda una afición.
Por todo ello, el día en que se han roto muchas ilusiones depositadas en la lotería, para el “toreo”, afición, y público en general, la anunciada vuelta de Morante lo enjugan. Y no es, para el colectivo, una pedrea, un quinto, cuarto, tercer o segundo premio, es “el gordo”.
Bienvenido al club, “genio”.
