Tras dos lidias maestras El Juli se cierra la Puerta Grande con la espada. Morante pitado y ovacionado. Rufo silenciado por partida doble. Diversos de talante y fondo los alcurrucenes.
(18 V 2023) 8ª de San Isidro. Repartió El Juli los pinchazos, entre sus dos faenas. Uno abajo al cinqueño segundo, cuatro arriba al quinto, arrebatándose un triunfo que el toreo había ganado. Sí el de dar las ventajas contra el viento y en los medios, el de ponerse donde el toro tiene que ir y no quitarse. El de obligarlo a cambiar su comportamiento y obedecer al hombre. El de la faena como unidad estético-ética, con presentación, trama y desenlace. El canónico, de parar, templar, mandar, ligar y cargar la suerte y además por abajo, muy por abajo. Y torería, invitando a Morante a los quites en momento bajo, a sabiendas de que su arte capotero excelso afloraría y le reanimaría como sucedió.