"Lo aquí reseñado no es otra cosa que la grandeza del toreo, justamente la que promulgan unos hombres apasionados que, por amor a su profesión son capaces de jugarse la vida en un país muy alejado de España..."
(torosdelidia.es)
Como aficionado, no me queda otra opción que quitarme el sombrero ante ese colectivo de hombres apasionados en calidad de matadores de toros que hacen campaña peruana. Nadie sabe el mérito que estas criaturas tienen en su menester que, dicho sea de paso, si se me apura, jugarse la vida frente a aquellos toros de media casta y sin la menor garantía, en ocasiones es lo de menos; lo más, sin duda, son las condiciones de toda índole que tienen que superar por aquello de torear de un pueblo a otro.