Lo que no debe hacerse es paralizar actividad ninguna Peña, Asociación o Club Taurino ya que sería ceder terreno, a quienes, con prevaricación, alevosía e información totalmente falsa, acabar con los festejos taurinos en la ciudad.
(Por: Carlos de San Lázaro Campos)
El último reducto taurino en tierras asturianas es Gijón. La afición taurina de la ciudad minera y marítima, con tanto abolengo hacia la Tauromaquia, no se declina ante los recientes ataques de su corporación municipal y se mantienen en pie con total normalidad. Para que perdure la fiesta de los toros en Asturias es necesario elevar donde corresponda las pertinentes denuncias, tanto en medios de comunicación como incluso los juzgados y mantener viva la tradición todo el año. Se debe fomentar y defender.