“Si en Acho no se celebrasen corridas, caería en el abandono y la SBL perdería su renta”.
(Por: Pablo J. Gómez Debarbieri / Foto: Perú Toros)
Un regidor de oposición, en la Municipalidad de Lima Metropolitana, pretende presentar una moción para que el Concejo de Lima adopte un acuerdo descabellado, referido a Acho, pretendiendo prohibir que se siga arrendando a empresas taurinas. Veremos por qué es descabellado.
—Monumento vivo—
Pocas ciudades en el mundo disfrutan de un monumento vivo que aún sigue en funcionamiento tras más de un cuarto de milenio. Lima tiene ese privilegio.
Hay plazas de toros igual de antiguas, pero solo conservan algunos muros originales, como Zaragoza, o no tenían tendidos completos al inaugurarse, como Sevilla. La arquitectura exterior de Acho es la misma desde hace 254 años, y por dentro, salvo la profundización del ruedo, el edificio se conserva tal cual.
Inaugurada en 1766, cumple ininterrumpidamente la función para la que se construyó: celebrar estejos taurinos y destinar su renta a fines benéficos. Por ello, su propietaria, la Sociedad de Beneficencia de Lima (SBL), utiliza los fondos que Acho produce (2,5 millones de soles al año) en obras para personas desfavorecidas. De no darse corridas, ¿cómo sustituiría la SBL esa renta?