Se trata de la alternativa en la Catedral del Toreo a Caballo, como es la Plaza de Toro de campo Pequeño en Lisboa, epicentro del doctorado este miércoles hace 10 años atrás, del rejoneador merideño José Luis Rodríguez Agostini, sin duda la de mayores quilates que se pueda recordar en los últimos tiempos.
(Por: Rubén Darío Villfraz)
La fiesta brava en Venezuela por estos días vive momentos de letargo absoluto. Lo hace en virtud de las circunstancias que nos acontece con el tema del Covid19, y también por los hechos que aquejan al país desde hace largo rato. Pero no olvida sus momentos estelares, esos que han marcado huella en su historia, como es el caso de la efemérides que queremos recordar en las siguientes líneas.
Se trata de la alternativa en la Catedral del Toreo a Caballo, como es la Plaza de Toros de Campo Pequeño en Lisboa, epicentro del doctorado este miércoles hace 10 años atrás, del rejoneador merideño José Luis Rodríguez Agostini, sin duda la de mayores quilates que se pueda recordar en los últimos tiempos.
Fue un 19 de agosto de 2010 cuando en el ruedo del remozado ruedo del máximo escenario taurino lisboeta hicieron el paseíllo, vestido a la Federica, la amazona Sonia Matías junto a los cavaleiros Brito Paes, Paulo Jorge Santos, Manuel Ribeiro Telles y Duarte Pinto, además del mencionado José Luis Rodríguez, así mismo el Grupo de Forcados aztecas Amadores de Mazatlán en la lidia de un serio encierro del hierro de don Manuel D´Assuncao Coimbra. Era la culminación de una meta que se iniciaba a finales de 1993, en la recordada placita de tientas del Hotel La Pedregosa, donde en la misma compartiría cartel con el para entonces aspirante a rejoneador emeritense Leonardo Fabio Grisolía y los aficionados prácticos Augusto Rodríguez Jáuregui y Manolo Morilla, en la lidia de erales del hierro de Carlos Jugo Burguera.
Pero su presentación formal ante el publico como rejoneador no vendría sino poco menos de tres años después, exactamente el 23 de junio de 1996, en la localidad tachirense de Colon, donde cerró cartel al lado de los matadores Tomás Campuzano y Erick Cortés, despachando reses de Rancho Grande para los de a pie, y un novillo de Santa Fe para el jinete en mención. Comenzaba así la historia a caballo de este destacado rejoneador, que con sus pro y contras, éxitos y baches, ha tenido un lugar determinante en la historia taurina merideña, en especial en la última década del siglo XX y primera del XXI.
Numerosas han sido las plazas que ha pisado, se puede decir que todas las que en su momento han estado activa, tanto nacionales como internacionales, como lo reseña el recordado Nelson “Numerito” Arreaza en sus datos que guardamos, como el hecho que su presentación en España la haya hecho como rejoneador invitado por colleras el 14 de agosto de 1999, en la localidad conquense de Albadalejos de Cuende, al lado de los rejoneadores ibéricos José Miguel Callejón y Miguel García. Precisamente en octubre de ese año veríamos por predios merideños, específicamente en la ciudad de El Vigía, en la recordada Feria del Plátano, a Callejón junto a un jovencísimo Diego Ventura actuando a la vera e interés que demostraba José Luis en el firmamento taurino nacional.
En Colombia así mismo varios fueron los paseíllo que hizo, pero el primero de ellos el que realizó en la ciudad de Armenia, junto a los jinetes Martín González Porras y Juan Rafael Restrepo, lidiando toros del señero hierro de Dosgutiérrez.
Y como no recordar su estelar actuación en el marco de la Corrida de la Prensa que tuvo lugar en el Poliedro de Caracas, en el regreso de los toros a la capital que no cuajó del todo, exactamente el 15 de febrero del 2004, junto a los espadas Mari Paz Vega, Otto Rodríguez y “El Fandi”, quienes lidiaron toros de La Cruz de Hierro, y José Luis a caballo un serio toro Tierra Blanca.
También en Estados Unidos ha estado encartelado su nombre, específicamente en Las Vegas (Nevada), el 15 de septiembre de 2009, en corrida incruenta al lado de los cavaleiros Joao Salgueiro y el mexicano Jorge Hernández Gárate, despachando reses de Campo Bravo. A los días, exactamente el 4 de octubre lo haría en México, en Pachuca, nuevamente con Jorge Hernández Gárate y Pedro Louceiro (nieto), lidiando toros de La Soledad.
Y volvemos a Portugal, donde antes de hacer el paseíllo en Campo Pequeño ya se había estrenado en suelo lusitano, exactamente el 14 de agosto del 2010 en la localidad de Urros, alternando con los cavaleiros Joaquim Bastinhas, Marco Tenorio Bastinhas y el matador de toros Salvador Ruano, lidiando reses del hierro de Luis Rocha.
Como se podrá apreciar, una carrera plagada de hechos inéditos para rejoneador venezolano alguno, una página que con el tiempo se le rinde el reconocimiento y el mérito que en su momento no se le dio. Tarde o temprano los hechos hablan por sí solos, lo que hacemos en esta ocasión, en la efeméride de una fecha que ya lo señalamos, forma parte de la historia taurina emeritense. ¡¡¡Chapeau!!!
