Así tituló el escritor mexicano Luis Spota una de sus novelas, narra la historia de unos aprendices a torero, particularmente de Luis y sus dificultades ante la competencia y el poder corrupto de los empresarios e intermediarios; lo que deben hacer para poder presentarse en plazas de importancia y así convertirse en figuras del toreo.
Sinopsis: La vida amarga de los toreros aspirantes a figuras que viven con el riesgo de la tragedia a cuestas y que se lanzan al incesante trajín de todos los ruedos disponibles. Más cornadas da el hambre es la historia de unos aprendices a torero, particularmente de Luis y sus dificultades ante la competencia y el poder corrupto de los empresarios e intermediarios; lo que deben hacer para poder presentarse en plazas de importancia y así convertirse en figuras del toreo.
Frases de oro de Luis Spota:
“Estaba aprendiendo la receta de la verónica perfecta: El capote, arrastrado; la mano, baja; del tercio a los medios; la pata, adelante; la cintura, torera; la quijada rítmica, acompañando el viaje. Y si no se puede, pues como salga”.
“No olvides una cosa: los toros que habrás de torear tendrán siempre, siempre cuatro años; serán virgos, fuertes, jóvenes; tú, cada año serás más viejo y menos vigoroso”.
“Hay dos clases de toreros: los que lidian al público y los que lidian al toro”.
“Para ser torero sólo hay un camino: arrimarse”.
“Al toro, además de valor, hay que echarle inteligencia”.
“El toreo es una religión y los toreros deben respetar el traje de luces”.
“Dile que morí como quería; ¡echando la pata para adelante!”
“No pude ser torero, pero… morí como torero”.
“¿Por qué se compadecen de los muertos y nunca de los vivos?”
“Comprobaron que en este endiablado negocio no hay amistad”.
“O me traen en hombros o me traen en ambulancia”.