En este tiempo tan difícil de confinamiento obligatorio en casa para todos como consecuencia de la emergencia sanitaria que azota al mundo, Miguel Ángel Perera ha querido convertirse en el mejor aliado posible de los aficionados en general y de sus seguidores en particular acompañándonos durante estas semanas.
(Redacción: www.ladivisa.es)
Miguel Ángel Perera lleva el confinamiento sin parar, se le nota en la voz. Es lo que tiene poder pasar el confinamiento en la finca, en “Los Cansaos”, en la provincia de Olivenza, en Badajoz. Allí no hay tiempo para el aburrimiento, siempre hay algo que hacer, oxígeno y aire libre. “Soy consciente de que esto es una burbuja dentro de la realidad”, es lo primero que dice, “pero la situación es muy preocupante, creo que tenemos mucho desconocimiento todavía, mucho miedo y muchas dudas. Aunque queramos ser optimistas y se quiera hablar de fechas, de julio o de agosto, creo que es muy prematuro poner un día en el calendario cuando desconocemos cuándo va a ser el final de todo esto”.
Se le nota activo, y prosigue, “es una crisis mundial y lo que importa ahora es la salud de las personas, cómo vaya a afectar a tu gente, a tu familia. Después, creo que el daño que vamos a sufrir es incalculable a todos los niveles. Es un palo enorme, un año perdido, en blanco. Los que conocemos la profesión sabemos que es un daño tremendo para todos los profesionales, para los ganaderos... Está todo parado...”
Pero, el diestro extremeño, prefiere ir al día. “Seguiremos las pautas que nos han dado con la idea de mantenernos bien. Lo mejor posible. Es increíble que se pudiera paralizar el mundo y ha ocurrido. Hemos sufrido tragedias, atentados, cosas horribles, pero esto lo supera. Es como un paréntesis. Una parálisis absoluta. Hay que esperar y ver qué pasa y mientras tanto a ser responsables con la sociedad”, concluye.