Chota y Cutervo, pero otras muchas plazas intentarán superarlas.
(Por: Pablo Gómez Debarbieri)
Chota: 47,000 habitantes y un coso para 11,000 aficionados.
Como todos los años, el 2020 será otro más de crecimiento constante de la actividad taurina en el interior del Perú.
Sin embargo, este año, tras la sentencia del Tribunal Constitucional reconociendo que la tauromaquia forma parte de la cultura de centenares de pueblos del Perú –y que, por lo tanto, es un derecho fundamental de esos millones de peruanos–, los organizadores, mayordomos, alferados y capitanes de plaza que financian y organizan esos festejos taurinos se esforzarán en superarse para dejar constancia de ese hecho cultural.
—Chota, Cajamarca—
Cada vez que Andrés Roca Rey ha toreado en Chota, la ciudad se ha beneficiado de un movimiento económico total –considerando gastos directos, indirectos y el efecto multiplicador de los mismos, según factores del INEI– que bordea los 20 millones de soles en los tres días de feria. Gracias a ello, la ciudad se mantiene el resto del año, sobre todo en los rubros de hostelería, restaurantes y transporte. Este año los organizadores desean que Roca Rey vuelva a torear allí y que alterne nada menos que con Alejandro Talavante. La empresa no es sencilla y requerirá de gente con experiencia organizando ferias taurinas para que llegue a buen puerto ese empeño.
—Efecto espejo—
Si Chota logra redondear lo que desean los organizadores de su feria de San Juan Bautista, Cutervo, Celendín, Lajas, San Miguel y Santa Cruz, las otras ciudades cajamarquinas destacadas se esforzarán por no quedarse atrás.
—El resto—
Las plazas ayacuchanas, como Coracora; las ancashinas, como Huari, Ticapampa y otras más; las arequipeñas, como Viraco y La Unión; las de Junín, como Palca y Sicaya; las puneñas, como Macusani; y las apurimeñas, como Chalhuanca, por mencionar solo unas pocas, se esforzarán por igualarse a Chota y al resto de plazas cajamarquinas.