Con tres orejas, dos de ellas de carácter simbólico producto de un indulto concedido por la Comisión Taurina Municipal a “Salva Tierra” generado, en primer lugar a petición mayoritaria del público que pleno los tendidos de la “Román Eduardo” en tres cuartos de su aforo; en segundo lugar por la pericia, astucia y capacidad del propio Jesús Enrique Colombo y por supuesto a solicitud expresa del propietario de la ganadería de Los Aranguez.
(Texto: Carlos Alexis Rivera / Fotos: Federico Montes)
Mérida, 23/Feb/2020.- La tercera oreja cortada al segundo de su lote “Sonámbulo”, le permite el torero venezolano por segundo día consecutivo abrir la puerta grande “La Inmaculada” del coso merideño; salvando una tarde que se desarrolló para los demás alternantes por la calle de la amargura, dejando de igual manera un listón muy alto para los diestros que falta por presentarse en el ciclo ferial de la “Ciudad de los Caballeros”.
El resto de compañeros del cartel del torero tachirense, no corrieron con la misma suerte, pues en el caso del merideño Alexander Guillén, quien se presentó en primer lugar por ser el mas antiguo de los diestros, sufrió un percance de consecuencias lamentables, pues fue prendido por la taleguilla, elevado por los aires y al caer se fracturó el codo izquierdo que lo inhabilitó de seguir en el ruedo.
Así las cosas se corren los turnos y luego de que Antonio Nazaré pasaportara al toro de Guillen, sale al ruedo Rafa Serna para lidiar a “Jano” perdiendo el diestro español la posibilidad de tocar pelo, pues luego de una faena de interesante factura, falló con el acero pinchando en un par de ocasiones e intentando descabellar en mas de seis oportunidades, contando con la misma suerte en sus dos salidas mas donde incluso fue devuelto uno de sus toros por presentar presumiblemente problemas de visión, y en su tercera comparecencia ante el público de la plaza tampoco logró la comunión deseada por él y por la afición.
En el caso de Antonio Nazaré, no fue diferente al de su paisano ibérico, pues su lote le permitió mayor lucimiento, sin embargo intentó agradar con “Calatravo” sin éxitos, pues con la toledana no fue efectivo; este mismo accionar fue repetido en el segundo de su lote, un anovillado toro de nombre “Marejado” al que no pudo matar con la prontitud deseada para que soberano pidiera al menos una oreja para el español.
Antonio Nazaré
Alexander Guillén
Rafa Serna