En la última corrida de la feria nazarena no hubo materia prima, los toros de La Viña y El Olivar saltaron al albero bien presentados, pero no dieron juego. Al final de la tarde, Morante de la Puebla salió entre pitos, Sebastián Castella alcanzó la puerta grande tras cortar un trofeo en cada toro y Andrés Roca Rey, con oficio hizo frente a un toro con peligro y otro escaso de fuerza.
(Texto: Carlos Raul Pardo Navarro / Fotos: Miguel Angel Pardo Navarro)
La feria del Señor de los Milagros 2019, terminó con un balance desfavorable, los toros durante las cinco corridas no dieron el juego esperado y otros han salido faltos de trapió con apariencia juvenil. Tal como se esperaba el jurado calificador declaró desiertos los escapularios de oro y plata.
La quinta y última corrida de toros se realizó a la usanza Goyesca, con toros de La Viña y El Olivar, bien presentados, en general escasos de raza y pitados en el arrastre a excepción del corrido (5to.), del turno de Sebastián Castella, que se dejó con nobleza.
