A 4,200 metros de altitud y 3 grados bajo cero de temperatura, los toros volvieron a esta hermosa plaza cuna de la libertad americana. Cubas puso el toreo caro, Salcedo la actitud, y ambos traspusieron en volandas en el ocaso de la tarde, el umbral de la plaza Los Lanceros de Junín.
(Desde Junín, en el centro del Perú, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
Construir e inventarse dos faenas desde los cimientos de la inoperancia sólo es posible por el talento de los elegidos. Y en Junín, en la histórica Meseta del Bombón, Cubas, el menudo torero de las grandes ferias, apostillo con su muleta la relevancia del toreo de arte...