En su cuarto año como matador, Joaquín Galdós irradia madurez con su capote cada vez que pisa una plaza. Regresa a Acho para tentar nuevamente el Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros. Disfrutaremos de un torero en su plenitud.
(Escribe: John Santa Cruz / Fotos: Verónica Domínguez De Gea)
Aún tengo en la retina los capotazos que Joaquín Galdós le pegó a Garavito, aquel toro de Puerto de San Lorenzo (España) que saltó al ruedo de Acho con número 139 y con 555 kilos bien puestos. Aquella tarde el peruano destacó sobre los consagrados Morante y Manzanares, y esto lo encaminó a alzarse con el Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros del año pasado. Creo que fue un antes y un después para el joven matador, ya que logro sacarse el letrero de promesa con su gente en los tendidos para convertirse en toda una grata realidad. Ya pasaron doce meses desde aquella tarde, y ahora que estamos a puertas del inicio de vivir otra vez Acho, Galdós retorna cuajado luego de una destacada temporada europea, con varias orejas en su haber y algunas corneadas difíciles de olvidar, como la que recibió en Bayona (Francia), durante La Quinta de la Feria del Atlántica. Aquella tarde soleada, luego de redondear una oreja con el sexto toro, recibió una cornada muy grave en la cara interna del muslo derecho, con tres trayectorias de 30, 20 y 10 centímetros, cuando se dispuso a matar. Momentos duros en su carrera, pero que lo terminan de perfilar.
Joaquín Galdós Moreno nació en Lima el 1 de noviembre de 1995. Tiene férreos antecedentes taurinos pues su padre, Alfredo Galdós, fue matador de toros y actualmente es propietario del hierro peruano de Santa Rosa de Lima, uno de los más importantes del país. En sus inicios fue alumno del matador Fernando Cámara en la Escuela Taurina de Málaga, y su primea actuación en público tuvo lugar en marzo de 2012. Hoy, ya con cuatro años como matador, Galdós vive un momento ideal. Llega a Acho con una éxitos en Europa. “Creo que ha sido una temporada positiva. Han habido tardes donde he podido estar al nivel que quiero y, aunque no he podido cumplir con todos mis compromisos por los percances ya conocidos, he toreado un buen número de corridas en ferias importantes que me dejan bien posicionado de cara al año que viene. Esperemos cerrar en Lima con broche de oro”, comenta Galdós, quien reside en Madrid desde hace algunos años.
Sobre las fechas que lo marcaron en el presente año, Galdós sostiene que “fue la primera corrida del año en Sevilla la que me dio mayor confianza. Entré en Sevilla de matador, como lo había hecho antes de novillero, y eso me ha dio categoría como torero durante el año. Luego hubo otra tarde importante en Beziers (Francia), donde corté dos orejas a un toro muy bravo de Robert Margé en una faena llena de emoción. Y también la tarde de Bayona, antes de la cornada hubo momentos donde pude torear como me gusta”, añade. Y sobre este punto, cuando Galdós recalca que “torea como le gusta”, el limeño añade que “siento que voy comprendiendo el toreo y cómo expresarlo ante toros muy distintos. He logrado torear con mayor templanza y despaciosidad incluso a toros muy complicados o de embestidas inciertas. Detrás de eso hay muchas horas de aprendizaje y asimilación, a parte de la intuición natural de cada uno”. Tal afirmación se nota en su actual toreo. Lo he venido siguiendo por internet, pero espero Acho para tenerlo allí, cerca, dejando todo en la arena.
Sin embargo, Galdós sigue en recuperación. Confía en llegar en óptimas condiciones para noviembre. “Aún lucho por recuperar la movilidad total de la rodilla, el músculo aún no está fuerte del todo ni flexible, va cicatrizando por dentro. Además he perdido el ritmo de entrenamiento por estar tanto tiempo en cama. Esta corneada fue muy extensa. Aunque no la que me va a dar más molestias. En Madrid de novillero una caída de cabeza me estuvo causando dolores cervicales y lumbares incluso después de 3 años”, recuerda Galdós. Pero todo eso se debe al carácter del toro, a su raza, a su temple. El torero gusta por las ganaderías de renombre, “las que matan figuras. Ese es el toro que te deja expresar el toreo con la mayor pureza posible. Aunque no entiendo el toreo como un acto monótono, donde todos los días sucedan cosas parecidas o que el torero se obsesione en la búsqueda de esa perfección. Enfrentarte a todo tipo de toros, como es mi caso, te da esa variedad en cuanto al planteamiento de cada faena y logras sentir y emocionarte toreando cada día de una manera. Y creo que esa es la mayor riqueza de un torero. Encontrar toreo en muchas embestidas”, dice Galdós.
Ya entrando en Acho 2019, se viene tocando el tema de las ganaderías, que como se sabe, serán locales. “Dependemos de que las ganaderías peruanas respondan. Que yo creo que lo harán. Me encanta ver anunciadas ganaderías peruanas en la feria. Los aficionados deben tener paciencia, hay que apostar por las ganaderías de casa pero no podemos exigir que embistan todos los toros o que todos tengan el trapío de plaza de primera de España en el primer año. Esto toma un tiempo de trabajo y las camadas aquí no son muy extensas. Aún así estoy seguro de que saldrán muchos toros importantes”. ¿Y sobre torear la ganadería de su familia?. “La verdad es que estoy menos cómodo con la ganadería de mi familia (Santa Rosa de Lima). Es una presión añadida para mí como torero”, revela Galdós. Hay otro punto que se comenta entre bambalinas: la rivalidad entre Joaquín y Andrés Roca Rey. Es más, hasta se tejió una historia de una gresca que fue rápidamente desmentida. “Bueno todos los toreros tenemos rivalidad. Y siendo paisanos y contemporáneos aún más. De hecho cada vez que hemos toreado juntos esa rivalidad ha sido directa y palpable. Aunque últimamente los empresarios han optado por no juntarnos”.
Finalmente, se supo que el torero acaba de terminar su vínculo con José María Garzón, su apoderado desde hace dos años. “Estoy escuchando varias ofertas de apoderamiento y escogeré la que más me pueda aportar como torero para seguir creciendo. Al final ese es el único camino. Me gustaría que mi próximo apoderado sea torero. Creo que Garzón me ha dado mucha categoría. Es un empresario que está dando ejemplo de muchas cosas aquí en España. Además de una persona extraordinaria y trabajadora. Estoy muy agradecido con él”. Así, el matador peruano nos muestra su actual momento y lo que se viene en su futuro próximo. Lo veremos nuevamente en Acho en noviembre.