El lusitano Nuno Casquinha toreo por ambos pitones con soberbia gallardía, conquistando al público y terminando por consagrarse como gran triunfador de la tarde.
/Farpas Blogue/ Miguel Alvarenga/
Nuno Casquinha reafirmó en Moita todo su valor en dos actuaciones de mucha entrega, demostrando valor y suprema inspiración artística. Pese a ser violentamente cogido haciendo un quite al primer toro de Manuel Escribano, ingresó a la enfermería y regresó decidido a triunfar, demostrando gran actitud frente a sus dos toros.
No volvió la cara y dio dos lecciones tremendas del valor que le va en el alma. En su primer toro, reservón, Casquinha enseño su poderío y su maestría en capote, banderillas y muleta. El último, noble pero con poca fuerza, toreo por ambos pitones con soberbia gallardía, conquistando al público y terminando por consagrarse como gran triunfador de la tarde...