El diestro peruano Joaquín Galdós dejó su impronta en el festejo inaugural de la feria de Almodóvar del Campo (Ciudad Real) donde hizo lo mejor en la faena al sexto, al que cortó las dos orejas, y salió a hombros con el francés Juan Bautista, que paseó una de cada toro de su lote.
Almodóvar del Campo (Ciudad Real), 14 sep (EFE).- Es realmente bueno que el toreo cuente en la actualidad con toreros de varias nacionalidades que susciten interés. El peruano Roca Rey está, destacado, en lo más alto del podio; pero no es el único. Hay otro torero andino, que responde al nombre de Joaquín Galdós quien, de vez en cuando, reclama líneas de atención por sus triunfos en los ruedos...
Es lo que ocurrió en Almodóvar del Campo, coso en el que Galdós dejó su impronta de torero que sabe torear. Al sexto, bajo la lluvia, le pegó naturales a cámara lenta, con garbo y mucha torería. Y de la misma guisa fueron los lances a la verónica a este mismo berrendo de Galache que tuvo clase pero le faltó continuidad en sus acometidas. Los dos pañuelos salieron del palco al unísono.
No se aburrió con su noble, soso y terciado primero, instrumentando un trasteo largo (le llegó a sonar un aviso sin haber ido a por el estoque de acero) en el que hubo armonía aunque no brillantez deslumbrante, fallando a la hora de matar.
Juan Bautista cortó la oreja de su primero merced al buen sabor de boca que dejó la magnífica estocada con que rubricó una faena pulcra a un toro noble y soso. En el mismo tono de corrección navegó su trasteo al quinto, ya con la lluvia echando al escaso público que ocupaba los tendidos, lo que no impidió que se le concediera una oreja.
Prologó el festejo el rejoneador Roberto Armendáriz, quien tuvo una actuación más que digna, destacando su toreo de costado al cuarto montando a Cristal, si bien remató feamente sus dos faenas con el rejón de muerte.
FICHA DEL FESTEJO.- Dos novillos de Couto de Fornilhos para rejones, falto de raza y acometividad el primero, y más manejable el cuarto. Y cuatro toros de Galache para lidia a pie, de presentación irregular, y de juego noble y con calidad pero justos de fuerza y raza.
El rejoneador Roberto Armendáriz, ovación y ovación.
Juan Bautista, oreja y oreja tras aviso.
Joaquín Galdós, ovación tras aviso y dos orejas.
La plaza registró un cuarto de entrada.
(Foto: Archivo)
