El Shilico nos cuenta su historia en primera persona, sus carencias desde niño y sus sueños de convertirse en matador de toros “…dentro de la humildad de mi familia éramos felices, siempre esperaba con ilusión las vacaciones de medio año para las fiestas patronales y la feria taurina de mi pueblo Celendín…no teníamos dinero para acceder a los palcos, mis hermanos y yo nos colábamos por debajo de los inmensos palcos de madera…”
(Carlos Raul Pardo Navarro)
El novillero Anderson Chávez Rodríguez "El Shilico" a pocos días de recibirá la alternativa de matador de toros en la plaza de toros "Washington Zapana Beltrán" del distrito de Asillo en la Provincia Azangaro (Puno), de manos del portugués Nuno Casquinha, nos escribe y narra su historia que aquí hacemos conocer:
Siempre hay más de una historia detrás de cada persona, y quisiera que ustedes conozcan también la mía aunque sea breve, que soy natural de Celendín, Cajamarca, donde nací el 16 de febrero de 1988, que tal vez no tuve la infancia que pude desear pasar, y que dentro de la humildad de mi familia éramos felices, siempre esperaba con ilusión las vacaciones de medio año para las fiestas patronales y la feria taurina de mi pueblo Celendín, ver como se preparaba el pueblo, mucha gente de otros lugares, y aunque no teníamos muchas veces como acceder a los palcos por falta de dinero, mis hermanos y yo nos divertíamos colándonos por debajo de los inmensos palcos de madera para ver a los toreros, que llevaban trajes con bordados que resaltaba con el brillo del sol...
Es esas ansias, esa inquietud, esa inspiración que hace latir a velocidad tu corazón, aquella que te lleva hacia esa afición que despierta tus sentidos, tus sueños, la que me llevó a hacerme uno de ellos, un torero, y hoy estoy ya a puertas de mi alternativa como matador de toros el día 04 de Octubre de este año en el taurinísimo Distrito de Asillo de la Provincia de Azangaro (Puno), precisamente allí donde la gente me quiere y valora, será de manos del maestro portugués Nuno Casquinha.
Entiendo que hacerme torero no fue por casualidad, que es un desafío, que no hay caminos fáciles de recorrer y creo que el mío ha sido muy duro, con humildad, con poquísimos recursos, con golpes, cornadas y pasando viajes inapropiados, pero también aprendí de profesionales y compañeros, de las tradiciones de los pueblos y del cariño de la gente, y con mucho orgullo de haber podido torear también en la feria de mi tierra natal Celendín donde me han apoyado para seguir con mi sueño, recuerdos que guardaré por siempre.
Mi nombre es Anderson Chávez Rodríguez y me llaman el “El Shilico”, que Dios los bendiga.