Faena bien cimentada y de quilates del torero almeriense, que cambió por dos orejas de ley de un buen toro de San Pedro arrastrado con honores. Tendero también estuvo superior ante un lote que no le regaló nada, cortando una merecidísima oreja del 5°. El Yeta no tocó pelo pero al final los tres saldaron en triunfo una feria que sino rimbombante, con detalles de mucha torería y valor artístico.
(Desde Bambamarca, Cajamarca, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
Una joya para atesorar la faena de Jerez al San Pedro que abrió la tarde, correoso, codicioso y repetidor desde el capote que empujó con bravura al piquero, desplazándose con fijeza en la muleta con un pitón derecho que el temple y poder de Torres Jerez hizo ir a más hasta que el páramo puso las cosas en su sitio. Para entonces el torero ya había estado grande y disfrutado de las encastadas embestidas del bonito castaño chorreado. Variado quehacer del torero de Almería, que lo hizo todo muy despacio y con precisión de relojería fina, echándose a matar con el alma y paseando a ley las dos orejas que otorgó el usía tras la afanosa petición de la gente.
Ante el 4° Jerez dejó patente su enorme disposición, estrellándose contra la precariedad de su oponente, que careció de condiciones para el lucimiento y así, entre intentarlo e intentarlo, el asunto quedó en palmas. A Miguel Tendero, el buen torero de Albacete, la suerte le fue esquiva por el discretísimo lote que sorteó. Su primero, geniudo y protestando las suertes y muletazos; y el 5°, de parecido comportamiento pero con algún atisbo de toreabilidad que el torero, con su gran temple y poder de sometimiento, trastocó en labor de entrega y honestidad que el público valoró largamente, paseando una oreja que fue el justo premio al profesionalismo de este gran torero que en algún momento saboreó la gloria de Madrid.
El Yeta tuvo uno de dos pero esta vez no acertó. El San Pedro que hizo 3°, aunque terciado, tuvo movilidad y el asunto pasaba por mandarlo y ligarlo. Entonces el tiempo transcurrió y al no calzar las cosas, el interés también se diluyó y tras despacharlo después de pinchar el torero escuchó palmas tibias. El 6° careció de clase y por allí no hubo nada que aprovechar, cayendo la noche y con ella el telón de una de las ferias más importantes de los andes norperuanos.
Ficha. Viernes día 20 de julio de 2018. Tarde nublada con plaza rayando en lleno. Reses de San Pedro 1° 3° y 5°; y La Viña de Paiján y El Olivar 2° 4° y 6°, terciados y discretísimos de raza, excepto el 1°, que dio buen juego y premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Resultado Artístico: Torres Jerez (Nazareno y Oro) Estocada delanterilla y desprendida, dos orejas. Estocada delantera, palmas. Miguel Tendero (Corinto y Oro) Estocada delantera y caída, palmas. Estocada delantera, oreja. César Bazán “El Yeta” (Verde Esperanza y Oro en Azabache) Estocada calada, dos descabellos, palmas. Dos pinchazos, tres cuartos de estocada delantera, palmas.
Paseíllo del último festejo de la feria de Bambamarca.
Con Torres Jerez abriendo plaza, enorme ante este buen toro de San Pedro...
Picado por el joven Cahuantico...
Que el almeriense cuajó...
Con torería y personalidad...
Para lograr el triunfo y llevarse el trofeo al mejor matador de la feria de la Virgen del Carmen.
Y el buen toro de San Pedro arrastrado con honores.
Ante un lote de escasas opciones, Tendero dejó patente su toreo de gran clase y poderío...
Sometiendo con quietud y mucho mando...
Cortó con justicia una oreja que paseó entre los vítores de la gente.
El Yeta pudo triunfar con el 3°, pero a pesar de su voluntad no pudo cuajar.
El banderillero Santiago de la Rosa volvió a tener una buena actuación y fue reconocido junto a los triunfadores de la feria.
Que posan aquí. Torres Jerez, triunfador de la feria. Tendero, mejor faena. El Yeta, mejor estocada. Santiago de la Rosa, mejor banderillero. Toto, mejor piquero. El Olivar, mejor toro, junto al señor alcalde de Bambamarca.