Luis López se lleva el trofeo en tarde de gran faena de Cristóbal Pardo y detalles torerísimos del camense Oliva Soto. Nobles y justos de fuerza los de San Pedro, y con más arrestos pero menos toreabilidad los de Colorado…
(Desde Puquio, Ayacucho, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
Cayó el telón de una de las ferias más importantes de los andes sureños, en una tarde donde por lo menos cada torero tuvo un toro para estar a gusto y triunfar. Los sampedranos tuvieron mejor performance que en la primera tarde. El 2° tuvo volumen, nobleza pero escasa fuerza. El 3° buen fondo con un mejor pitón derecho, y el 4° pastueño y enclasado por ambos pitones, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Los dos últimos de Colorado se lidiaron con luz artificial. Y entrada la noche Luis López y Oliva Soto disfrutaron la puerta grande de la plaza Antonio Navarro.
A fuerzas justas era contraproducente castigarlos en varas, por eso apenas señalados los de San Pedro para emplearse en la muleta. Cortita pero intensa la faena de Oliva Soto al 2°. Un par de verónicas con aroma, más dos series con la mano derecha, con algún detalle amanzanarao y dos molinetes a fuego lento, marcaron la tarde para el torero andaluz. Ante el fogoso 5° de Colorado, que pasaba como un haz de luz, estuvo a la altura, acompañando la embestida en algunas series de derechazos sin sabor pero de mucho compromiso. Fue a por la espada y metió la mano cobrando una oreja protestada por un sector de la plaza.
El 1° de Colorado se movió con nervio pero a la hora de la verdad no plantó pelea. Se alborotó en el peto y Ordoñez lo castigó muy trasero. Tras centrarse en algunos muletazos de tanteo va al abrigo de las tablas, arrolla y cuando no hay para más, Pardo le toca los lados antes de pasaportarlo. El 4° salta terciado pero vivaz. El caldense le echa el capote y lo toma por abajo, con dulzura y muy templado. Hay dos verónicas pura fantasía y los quites son por chicuelinas de mano baja, alguna de ellas parando el tiempo, como lo sentían los gitanos. El torero paisa está iluminado y deja fluir su torería en series con la mano derecha a ritmo y compás. Pero los naturales salen de la fragua, más encajados y con la muleta perfectamente hilvanada al hocico del animal. Adosa con redondos invertidos y abrocha con manoletinas de antiguo cuño. Hace los tiempos, se perfila arriba y pincha sin soltar. Al segundo viaje envaina entero el acero y cobra una oreja que supo a muy poco como contraprestación a la envergadura de la obra.
López calienta la plaza con una larga afarolada. Se dobla con el capote, gana terrenos con una verónica y dos chicuelinas que remata en los medios con una vistosa serpentina. El animal trae volumen pero sólo se estrella contra el peto, sin picársele ni recargar. Tiene arrestos y acude codicioso a los quites por navarras. Lleva violencia y está crudo, pero el torero lo aguanta con valor y determinación. De allí el chiclayano se embarca en faena derechista, repetitiva y algo monótona. Apuesta por el uno a uno, quitándole la muleta tras pasárselo. Encela y vuelve a muletearlo adornándose con tocaduras de pitón que el público celebra. Con la mano de la verdad cumple pero no hay sustancia. Es muy temprano todavía. El camino es largo pero debe haber perspectiva. Eso sí, no falla a la hora de la verdad. Cobra una estocada contraria que es suficiente para pasear las dos orejas de su oponente y alzarse con el trofeo de la feria. El 6° tuvo poca importancia porque hizo cosas de muy manso e imposible para emplearse con algún atisbo de arte. Y más, con las sombras de la noche y sólo algunos farolillos alumbrando.
Ficha. Domingo día 13 de mayo de 2018. Corrida de Toros. Reses de San Pedro y Colorado. Resultado Artístico: Cristóbal Pardo (Grana y Oro) Pinchazo hondo y tres cuartos de estocada caída, silencio. Pinchazo en lo alto y estocada entera, algo traserilla, oreja y vuelta al ruedo al toro. Oliva Soto (Caña y oro con remates en Azabache) Estocada delanterilla, oreja. Estocada entera, oreja protestada. Luis López (Perla y Oro) Estocada contraria, dos orejas. Tres pinchazos, estocada delantera y caída, silencio tras aviso.
En el Día de la Madre, el paseíllo con poco más de media entrada en la plaza Antonio Navarro.
El 1° de Pardo no fue de triunfo, pero a este San Pedro le cuajó la mejor faena de la feria...
Con muletazos sobre ambas manos...
Lentos, aseados y templadísimos...
Que el público ni el juez valoraron en su justa dimensión. Poco premio para esta fina obra.
Oliva Soto también cogió el pincel...
Y aunque el animal traía poquita fuerza, lo supo sostener...
Con extraordinario pasmo, parando las agujas de los relojes...
Paseando un trofeo y otro del 5°, al caer la noche.
López, cual sus maneras, salió otra vez con mucha hambre de triunfo ante este buen sampedrano...
Con el que estuvo firme y decidido, pero sin cuajarlo esta vez...
Fue suficiante para cobrar por partida doble...
Salir a hombros junto a Oliva Soto...
Y alzarse con el trofeo de la feria de Puquio.