No en vano, Humberto Parra compartió sus estudios de Bellas Artes con su carrera de torero de clase en su Perú natal...
(Perú Toros / Texto original de Paco Aguado)
Es un torero que pinta. Por eso su obra no podía ser más que impresionista, como impresionista es la mirada del torero en la arena: mirada sabia, profunda que atisba y mezcla con rapidez en su retina el menor gesto o leve movimiento de un toro, peón de cuadrilla, el aire de un capotazo o la colocación de un picador. Y todo a borbotones, a golpes de color y de sombra, con el matiz tembloroso de la tensión de la lidia...