Clamoroso triunfo del peruano en histórica corrida que marcó el retorno de los toros a la plaza más emblemática de Colombia, cerrada hace cuatro temporadas por la arbitrariedad de un alcalde que hoy aspira el sillón presidencial. Con su toreo de arte y entrega, el torero limeño convenció a todos e hizo retumbar la plaza donde no cabían ni los duendes, abriendo la puerta grande entre el clamor de la gran afición bogotana.
(Desde Bogotá, Juan Medrano Chavarría)
Mientras afuera turbas de jóvenes enardecidos se agitaban amenazantes, dentro la plaza era un hervidero de emociones. Había que estar allí para percibir los sentimientos de la gente, que humedecidos los ojos entonaron de pie sus himnos y rompieron en atronadora ovación tras el paseíllo que demoró cuatro años en volver.