"...en la torería tenemos un nuevo ¡Rey! Que hace honor a su apellido Rey, tapizado con su segundo apellido que frente al peligro y valor se asimila a una roca, es decir, en buen romance tenemos una nueva figura en el mundo taurino: Andrés Roca Rey".
(Elker Buitrago)
Después de más de cinco años, contados gota a gota por la sequía que se sentía en nuestra garganta, acostumbrada a los óles en las temporadas taurinas de la capital y además, en la principal plaza de toros de América, por capricho de un alcalde cuyo nombre no quiero acordarme, quien desconoció derechos de una minoría, que no pueden ser restringidos, a sabiendas que el toreo es un arte y que forma parte de un ancestro cultural, reconocido por la ley y la jurisprudencia; sea bienvenida la fiesta de los toros en su integridad, regresa el arte de Cúchares y de Pedro Romero, con todo su esplendor superlativo y como ha sido costumbre: con sus mejores carteles y con la afición más conocedora, en donde además se adorna y se destaca la elegancia y señorío de las gachis.