La caída de toreros en los carteles de importantes ferias afecta la economía de la organización y sienta un mal precedente. Esperemos esto no ocurra en lo que falta de la temporada en el interior del Perú. Y si lo hay, sea veraz y oportuno.
(Miguel Angel Pardo Navarro)
Los accidentes y los percances en el toro son impredecibles y la asumimos como tal, en el Perú donde el sostenimiento de la fiesta está en manos de Mayordomos y Capitanes de las Tardes Taurinas requiere asegurar doblemente las cláusulas de los documentos contractuales en razón que estos aficionados invierten su patrimonio en el sostenimiento de nuestras tradiciones por devoción y homenaje a las sagradas imágenes religiosas que se veneran en los pueblos y provincias...
Estos aficionados Alcaldes, Mayordomos y Capitanes, pagan un alto precio por montar una feria con corridas de toros en las que además gozan de mayor ventaja los toreros extranjeros que ocupan más puestos que los nacionales y se reseñan toros con costos dolarizados como si nuestra economía se sustentará en esa expresión monetaria.
Razones más que suficiente para cuidar el cumplimiento de los contratos ya que estas personas son los que mantienen la fiesta, generan empleo en los profesionales del toro y las actividades conexas. Que de ninguna manera merecen ser sorprendidos con lo contrario.
De un tiempo acá hemos visto con regularidad justificar las ausencias de los toreros europeos con certificados médicos que aparentemente se han convertido en el instrumento perfecto para no llegar a cumplir los compromisos pactados, pero no por gusto, les surge corridas en sus países entre otras oportunidades que prefieren desechar los festejos en el Perú. Resulta que en algunos casos los diagnósticos no se condicen con las indicaciones médicas, dejando muchas dudas de las lesiones descritas y en el peor de los casos ni siquiera se describe las razones del descanso médico ni el tratamiento a seguir. Documentos que llegan vía web afectando a los contratantes que muchas veces se ven obligados a aceptar alguna imposición o efectuar un nuevo gasto por contratación de otro profesional. Esperemos esto no ocurra en lo que falta de la temporada en el interior del Perú. Y si lo hay, sea veraz y oportuno.
Para finalizar con el tema de los contratos, en el toro se suele realizar de dos formas, de manera escrita y también de palabra, esta última se sella con la promesa y un apretón de manos, de caballeros, de hombres de palabra.
