Y Emilio Serna le arrancó una oreja a un manso con peligro que se lo echó a los lomos antes de pasaportarlo de contundente estocada. Buena entrada en el coloso sicaíno aunque la corrida de El Rosario acusó falta de casta y clase en la embestida.
(Desde Sicaya, Huancayo, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
Tras cinco temporadas de ausencia, volvimos a hollar la gran metrópoli de Huancayo, con sus pintorescos y acogedores distritos a orillas del gran río Mantaro. Uno de ellos, Sicaya, donde en agosto se celebra a Santo Domingo de Guzmán con pasacalles de tunantadas, santiagos y por supuesto abrochada con la gran corrida de toros en homenaje al santo patrón.
Pasadas las cuatro de la tarde y con el remozado coso sicaíno rayando en lleno, hicieron el paseíllo los diestros españoles Francisco Javier Sánchez Vara, de primera comunión y oro, Emilio Serna, de tabaco y oro, y el peruano Juan Carlos Cubas, de nazareno y oro. Se lidió un encierro de la ganadería chinchana El Rosario, del señor Alfonso Simpson, bien presentado pero de muy discreto juego, acusando dificultades y arropándose los más en tablas. El corrido 4°, noble, con movilidad pero que anduvo al hilo de las tablas, fue indultado por Sánchez Vara con la aprobación del juez de plaza. El torero, sin duda, se fabricó el indulto y por esa vía obtuvo los números que le valieron el trofeo de la corrida, saliendo –ya de noche- por la puerta grande junto a Juan Carlos Cubas.
Cubas, sin duda, hizo lo más importante de la tarde ante el 3°, un animal que de salida acusó defecto de visión en el ojo derecho y abroncado por el público. Con ese ambiente adverso, el torero remontó con muletazos de mando y trazo largo, hasta poner de acuerdo a los renuentes. Su segundo enemigo saltó de noche y lo poco bueno que pudo hacer hasta antes que el bicho buscara las tablas, fue escasamente valorado porque lo hizo en el reino de las sombras.
Emilio Serna sorteó el lote con menos condiciones para el lucimiento. El 2° iba a su aire con la cara arriba y punteando los trastos; el 5°, tras arrear en el capote, se aculó en la valla y de allí desarrolló peligro para defenderse. El murciano quería el triunfo a toda costa y porfió intentándolo en las querencias del marrajo, que no tardó en echarle el guante, salvándose el torero de inminente cornada. Henchido de raza y verguenza, Serna volvió a la cara y clavó el acero haciendo rodar sin puntilla al animal. Paseó una oreja que supo a mucho por la voluntad y el deseo de no dejarse ganar la pelea por el peligroso rosarino.
Sánchez Vara apenas se empleó con el abre plaza, al que sólo le espantó las moscas y ni lo intentó en los medios. Lo del indulto ya lo comentamos. Pena porque es un torero con muchas facultades y un excelente palmarés.
Ficha. Viernes día 4 de agosto de 2017. Corrida de Toros. Reses de El Rosario. Sánchez Vara, estocada caída, oreja. Dos orejas y rabo simbólicos. Emilio Serna, estocada caída, pinchazo, estocada delantera y desprendida, silencio. Estocada entera ligeramente traserilla, oreja. Juan Carlos Cubas, estocada caída, dos orejas. Tres cuartos de estocada desprendida, palmas.
El paseíllo, con muy buena entrada y el incomparable cielo purísima de Sicaya.
El 1° de Sánchez Vara pudo tener otra historia...
Pero el indulto del 4° sí que fue un despropósito.
Serna brindó su primer toro a Cubas...
Que no le dio mucha tela, pero siempre robándole pases...
En cambio el 5° sí que traía mucho peligro...
Pero estuvo digno y enrazado y paseó una oreja a ley del bicho.
Cubas remontó con buen toreo los defectos del 3°...
Poniendo de acuerdo a los entendidos...
Logrando el triunfo...
Y la puerta grande junto a Sánchez Vara.
Sánchez Vara en apoteósica vuelta al ruedo con el ganadero Alfonso Simpson.
