En faena de buen calado el diestro venezolano triunfó con un colaborador ejemplar de Colorado. Serna y Cubas también tocaron pelo en tarde donde se lidiaron nueve astados de las ganaderías parinacochanas Ramos, San Juan Bautista y Colorado.
(Desde Coracora, Parinacochas, Ayacucho, Juan Medrano Chavarría)
La fiesta de los toros en Coracora es una celebración sin par, con detalles peculiares que la hacen única y diferente en su género. Impresionantes sus tendidos, que pasadas las dos de la tarde lucen apretujados de gente; y qué decir de los cerros que flanquean el gran coso, copados por miles de curiosos que pugnan por un espacio para no perderse su espectáculo favorito. En conjunto es un paisaje fabuloso donde desfilan briosos caballos de paso, distinguidas amazonas y los célebres Pukachukus, al son de las milenarias melodías del Wakrapuku.
Con este inolvidable marco y bordeando las tres de la tarde, hicieron el paseíllo Emilio Serna, de Turquesa y Oro, Juan Carlos Cubas, de Sangre de Toro y Oro, y Jesús Enrique Colombo, de Grana y Oro, para estoquear reses de las ganaderías parinacochanas Ramos 1°, 6° y 8°, Colorado 2°, 3° y 7°, y San Juan Bautista 4°, 5° y 9°, variados de presentación y con mejor lámina y juego los de Colorado corridos 3° y 7°. El 5° de San Juan Bautista también cumplió en la muleta y el 8° de Ramos de buena condición pero de escaso fondo.
El corrido 3° -apenas señalado en varas- supuso una gran oportunidad de triunfo para el llanero Jesús Enrique Colombo, que lució excelentes facultades físicas y generó buen ambiente especialmente cuando cogió los palitroques. El ejemplar de Colorado embestía con celo y humillado en las distancias cortas y Colombo tardó algo en entenderlo; pero cuando tuvo que elegir entre el ser o no ser y decantarse por la verdad, logró un par de series donde mandó él y la gente lo reconoció. Aquello fue muy cortito pero el estoconazo nos devolvió a la realidad; y la realidad fue el triunfo sin atenuantes del joven torero. El 6° y 9° apenas se emplearon y aunque el torero perseveró, no logró remontar las endebles condiciones de lidia de sus enemigos.
Serna sorteó el lote menos bonancible, pero entre ellos el 7° -con el hierro de Colorado- asomó con atisbos de clase y nobleza que el murciano supo aprovechar para inventarse una faena con pasajes de mucha torería. Cierto, el bicho tomaba bien los dos primeros muletazos y de allí medio se descomponía. El final, tras la estocada que derrumbó al cumplidor, fue de alegrías para el torero, que paseó entre aplausos el trofeo otorgado con justicia por el usía. Y Cubas, que había hecho el grande esfuerzo con el 2°, de muy mal estilo, y el 5°, que parábase tras algún muletazo, vio la luz con el 8°, un serio ejemplar del señor Odón Ramos que tras perseguir con celo el capote, se aplomó en el último tramo de la faena, pesándole mucho los remos para embestir. Entonces la cosa fue en cercanías hilvanando el huancaíno muletazos con los muslos entre los pitones. Tras pinchar sin soltar hundió el acero y cayó el trofeo que paseó arropado por el cariño de la gran concurrencia.
Ficha. Domingo día 6 de agosto de 2017. Primer festejo mixto en honor a la Santísima Virgen de las Nieves, patrona de Coracora. Se lidiaron en total nueve reses; tres del señor Odón Ramos, que pasta en el distrito de Chumpi; Colorado, del señor Javier Taboada, de Incuyo, y San Juan Bautista, de los hermanos Navarrete; las tres ubicadas en la gran región taurina de Parinacochas. Resultado Artístico: Emilio Serna (Turquesa y Oro) Tres cuartos de estocada desprendida, vuelta al ruedo. Estocada desprendida, palmas. Estocada delantera y desprendida, oreja. Juan Carlos Cubas (Sangre de Toro y Oro) Tres cuartos de estocada desprendida, palmas. Dos pinchazos, descabello, palmas. Pinchazo sin soltar, estocada desprendida, oreja. Jesús Enrique Colombo (Grana y Oro) Estocada entera, dos orejas. Pinchazo, estocada entera desprendida, palmas. Pinchazo, media estocada tendida y delantera, tres descabellos, silencio tras un aviso.
Los señores capitanes de toros abren la gran tarde de toros en Coracora...
Donde también se lucen estas bellas amazonas...
Y los afamados Pukachukus, única cuadra de arrastre en el mundo conformada por bueyes de tiro.
La terna, con el espectacular fondo de los cerros copados de miles de aficionados a la fiesta.
Al más antiguo de la terna, Emilio Serna, solo le sirvió el 7°...
Con el que supo estar, disfrutar...
Y triunfar, paseando una oreja entre el entusiasmo de la gente.
Cubas hizo derroche de arte con el 8°...
Al que toreó relajado y con la planta firme...
Pegándose el arrimón entre los pitones cuando el toro se paró...
Y triunfando también, como es norma en los toreros buenos.
Pero sin duda, la tarde fue de Colombo...
Que logró entender y acoplarse con el buen 3°, de Colorado...
Cuajando buenos muletazos...
Y fulminándolo de certero espadazo...
Para cobrar las dos orejas del colaborador animal.