"...en la torería tenemos un nuevo ¡Rey! Que hace honor a su apellido Rey, tapizado con su segundo apellido que frente al peligro y valor se asimila a una roca, es decir, en buen romance tenemos una nueva figura en el mundo taurino: Andrés Roca Rey".
(Elker Buitrago)
Después de más de cinco años, contados gota a gota por la sequía que se sentía en nuestra garganta, acostumbrada a los óles en las temporadas taurinas de la capital y además, en la principal plaza de toros de América, por capricho de un alcalde cuyo nombre no quiero acordarme, quien desconoció derechos de una minoría, que no pueden ser restringidos, a sabiendas que el toreo es un arte y que forma parte de un ancestro cultural, reconocido por la ley y la jurisprudencia; sea bienvenida la fiesta de los toros en su integridad, regresa el arte de Cúchares y de Pedro Romero, con todo su esplendor superlativo y como ha sido costumbre: con sus mejores carteles y con la afición más conocedora, en donde además se adorna y se destaca la elegancia y señorío de las gachis.
Desde su inauguración con su primer paseíllo en febrero de 1931, todas las grandes figuras de la tauromaquia han pisado la arena de la Santamaría: El Gallo, Bienvenida, Manolete, Arruza, Silveti, Armillita Chico, Ortega, Conchita Cintrón, Dominguín, Ordóñez, Litri, Girón, Pedrés, Antoñete, Pepe Luis Vásquez, El Viti, El Cordobés, Amina Assís, El Niño de la Capea, Palomo Linares, Camino, Teruel, Paquirri, Mari Manzanares, El Juli, Ponce, El Fándi, José Tomás, entre otros , toda vez que nos faltaría espacio para mencionar otros super maestros que se han vestido el terno de luces; nuestras figuras como José Pulido, Oscar Cruz, Pedro Domingo, Hernán Alonso, Vásquez II, Pepe Cáceres, Joselillo, Puno, Herrera, entre otras y el gigante espada César Rincón (quien junto con el mexicano Armillita Chico y el venezolano César Girón, han sido los más grandes espadas de la historia taurina de América); igualmente para complementar se trajeron de las divisas españolas, las mejores ganaderías como la de Veragua, Miura y Santacoloma y que dio lugar con los cruces anteriores, a las naciente ganaderías nacionales como la de Mondoñedo, Benjamín Rocha y Clara Sierra. De todo lo anterior, aparece por antonomasia en la palestra de los tendidos, el más conocedor de ¡poder a poder! de la fiesta brava como lo es su público bogotano, incluyendo sus peñas taurinas (La Giralda, Boinas Rojas, Llama Taurina 35, Porra Taurina de Bogotá, Peña Blanco y Negro, Boina Blanca, Aexandes, Los Alamares, entre otras) lo cual colige su interés ferviente y conocimiento por este arte.
Por todo lo anterior, la Plaza de toros de Santamaría es calificada como de Primera Categoría, considerada como la primera de América, a pesar de no ser la más grande (15.000 espectadores) del continente americano, el albero de México da cabida a 50.000 espectadores.
Nace otro rey de la torería
En el fútbol Messi es un fenómeno del balompié, en la torería tenemos un nuevo ¡Rey! Que hace honor a su apellido Rey, tapizado con su segundo apellido que frente al peligro y valor se asimila a una roca, es decir, en buen romance tenemos una nueva figura en el mundo taurino: Andrés Roca Rey.
Nació en Perú, cuenta con apenas 20 años recién cumplidos, de familia de toreros, desde muy niño inició el paseíllo por diferentes cosos del mundo, hizo su debut en público el 4 de noviembre de 2007. Como novillero tomó la alternativa en Nimes (Fr.) el 19 de septiembre de 2015, de manos del maestro Enrique Ponce en compañía de Juan Bautista, con toros de Victoriano del Río, en donde salió triunfador cortando dos orejas. A partir de ese momento ha toreado en todas las temporadas de México, Francia y España, desorejando casi siempre a los bureles, llegando a una cifra récord de casi cien apéndices, lo que constituye un hecho inusual a pesar de su corta juventud y experiencia, lo cual por antonomasia deduce que estamos frente a un fenómeno de la torería. En Colombia debutó en la Feria de Manizales el 5 de enero de 2016, en donde indultó a ¨Incognito! de la ganadería de Santa Bárbara en donde se le concedieron todos los trofeos. Este mismo año el 13 de mayo confirmó su alternativa en la máxima catedral del mundo, siendo sus padrinos Sebastián Castella y Alejandro Talavante, en donde cortó dos orejas y salida en hombros, con aquiescencia plena del Tendido 7. Aquí fue la de Troya, todas las ferias en Europa y América se vieron en la necesidad de incluirlo en sus carteles inexorablemente.
A pesar del poco tiempo pisando la arena, ha adquirido el don de bordear el torero dentro de los mayores cánones de la ortodoxia, igualmente lo complementa con el máximo riesgo, pero no lo podemos considerar como del estilo tremendista, toda vez que su arte lo vuelve cromático y versátil, dominando los espacios, la mesura, el estilo, sin descomponerse y los tiempos en capote y muleta, los fija y ejercita con tal perfección que allí se conjuga el valor extremo (sin exagerar) y el arte, una simbiosis no muy común y por ende sui generis o atípica. Como complemento a lo dicho, ha revivido pases de capote como la cacerina, talaverana, caleserina, gaoneras, tapatías, orticina, delantales, serpentinas y otras de pie y rodillas, combinada con la clásica verónica y su media de remate, hacen una combinación en donde la lidia se convierte en periplos de épica y lírica. Con el trapo igual, faenas de poder y dominio, en donde los naturales y derechazos se hacen cruzándose, cargando la suerte y con un dominio de los tiempos tomando como escuela los diseños de Belmonte y Domingo Ortega, en donde el pases de la flor y sus derivados son lentos y extensos como una ola del mar, casi siempre utiliza la pedresina o péndulo al inicio del tercio muleteril, empleando espacio mínimos como ninguno, asimilado a lo que hace un suicida y para finiquitar con el estoque casi siempre va hasta la empuñadura al estilo de Costillares. Por todo lo anterior este nuevo rey, que llena hoy las plazas, se hace indispensable su inclusión en todos las ferias, so pena de hacer caer los carteles, ojala Dios ¡reparta suerte! y nos lo conserve.
En la actualidad, es el nuevo atractivo de la fiesta de sol, sangre y arena. Es un diestro con ángel o como dirían otros con fans, que irremediablemente levanta las plazas y lleva público. Como consecuencia de su arrojo, ha sufrido varias cornadas algunas de gravedad, pero como una roca ha continuado como un capítulo propio de quienes se visten con ternos y alamares.
Carteles de lujo
La temporada de toros en Bogotá, se inicia el 22 de enero de 2017, con cinco corridas y una novillada, en donde aparecen en los carteles, otros monarcas que han gobernado dicho mundillo, como: El Juli, Castella, Miguel Ángel Perera, José Garrido nueva figura española, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, cada uno con una corrida y Roca Rey será el único en torear dos corridas. Igualmente participarán los principales exponentes del toreo colombiano, encabezado por el Matador Luis Bolívar.
Para redondear la faena y como colofón, traigo un poema del español Gerardo Diego dedicado a la Plaza vacía, que dice: ¨Plaza de toros, vieja y noble plaza, desierta al amarillo sol de enero. Decoro renaciente, árabe traza circundando una ausencia de toreo. Yo gusto de asomarme al graderío, lecho de humanidad torpe y prensada, que hoy se me ofrece incólume y vacío, concéntrico diafragma de la nada¨.
Bienvenida la reapertura de la plaza de toros de la Santamaría de Bogotá, vuelve la alegría, el colorido, el condumio, el pasodoble, la manzanilla, las manolas y… lo más importante: los óles.