Corrida colombiana tuvo guasa y peligro y sólo un jabonero –desaprovechado por su lidiador- pudo cambiar la historia de una hermosa tarde sol y lleno hasta las banderas.
(Desde Cutervo, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava).
No fue una tarde feliz, como la anterior, donde los toreros hubieron de saldar sus cuentas. Ayer fue extremadamente difícil pegarle pases a una corrida que realmente tuvo peligro sordo y del otro, de aquel que se ve y se palpa. Colándose, mirando, midiendo y cazando; tal fue la tónica de la corrida que echó al trasto las ilusiones de una terna que había soñado con el ansiado escapulario del sanjuancito de Cutervo.