Un hombre de voluntad inquebrantable, cría toros bravos en la zona más agreste del Centro del Perú; entre quebradas, riscos y peñas, repasa a caballo, tal verdadero vaquero, la camada de machos de ascendencia mexicana que lidiarán en las ferias más importantes de la región.
(Desde Junín, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
Shashitacana es el vocablo quechua que designa el fundo de más de cien hectáreas, donde don Wilmer Cajahuanca Castillo, propietario de la ganadería Rancho Verde, cría toros bravos a más de 4,000 metros de altitud. Estas oquedades que lucen verdes entre las quebradas y humedales que dominan el paisaje, distan unos 10 kilómetros de Junín y su histórica pampa, donde hace casi doscientos años combatientes del pueblo sellaron la gesta independentista contra el colonialismo español.