El diestro peruano Andrés Roca Rey le da la vuelta a la tortilla de una tarde de toros condenada al fracaso y sale por la puerta grande.
(Fuente: noticias.terra.com / Foto: Verónica Sierra)
ROCA REY ABRE LA PUERTA GRANDE EN CALI.-
El torero peruano Andrés Roca Rey abrió hoy la puerta grande de Cañaveralejo, tras la emotiva faena a un encastado sexto ejemplar de la ganadería de Paispamba, excepción de un encierro manso del que por momentos brotó el genio.
La tarde, condenada a irse por el despeñadero, encontró su tabla de salvación en los dos protagonistas del último capítulo.
Por un lado, a un Roca Rey dispuesto no sólo a exponer sus condiciones de valor sino también los réditos que le da el oficio de una temporada 2016, en la que los triunfos han marcado su senda.
Y del otro, a un ejemplar que no tuvo pausa para ir tras los engaños y que, además, propinó un espectacular tumbo al caballo en la suerte de varas.
La faena recorrió un amplio espectro de imágenes. Desde las bellas que sucedieron en los variados lances de recibo y en un quite añejo, hasta las templadas y muy toreras series de derecha y, luego, por naturales, que certificaron la calidad de la labor...
Pero, a la vez, hubo emoción en la permanente acometividad del toro para hacer de cada suerte un eco en los tendidos, que registraron para la ocasión un tercio del aforo de la plaza caleña.
El colofón no resultó inferior al desarrollo de la lidia. Tras unos pases por alto, Roca Rey se volcó sobre el animal para cobrar su triunfo pero quedó suspendido por los pitones en milésimas de segundo que se hicieron eternas.
Repuesto del susto, vio doblar a su enemigo y se marchó a hombros, mientras el toro recibía la vuelta al ruedo póstuma.
Los demás turnos no tuvieron ningún brillo. Ni el del propio Roca Rey, en el tercero, que no dio juego alguno. Tampoco los dos que le correspondieron a El Fandi, que tuvieron como denominador el carácter de mirones. Igual suerte corrió el colombiano Luis Miguel Castrillón, sin opciones en sus dos astados.
FICHA DEL FESTEJO:
Seis toros de Paispamba, desiguales de presentación, mansos y algunos con genio, a excepción del encastado sexto, al que le dieron la vuelta al ruedo.
El Fandi (obispo y oro). Bajonazo, palmas. Pinchazo hondo y descabello, palmas.
Luis Miguel Castrillón (grana y oro). Pinchazo y cuatro intentos de descabello. Dos avisos, silencio. Dos pinchazos y entera, silencio.
Roca Rey (tabaco y oro). Pinchazo y entera, silencio. Entera, dos orejas.