(Redacción)
Andrés Roca Rey fue el gran triunfador de la noche en Juriquilla (México). El torero peruano cortó cuatro orejas y demostró que el parón no ha sido impedimento para continuar en la senda triunfal. Roca Rey veroniqueó con gusto al primero de su lote, un ejemplar de San Pablo que fue a más en la muleta del peruano. El espada hilvanó un trateo emocionante y muy poderoso, pasándose los pitones del animal muy cerca del bordado de su taleguilla. Finalizó por manoletinas muy ceñidas antes de cobrar una estocada para cortar dos orejas.
Dos apéndices más pasearía del segundo de su lote, al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas y continuar toreando por verónicas y chicuelinas enlazadas. El quite tras el tercio de varas fue de gran espectacularidad antes de realizar la faena más importante de todo el festejo, con temple, mando, ligazón y una gran profundidad en los muletazos de Roca Rey. Un final vibrante por manoletinas y un sensacional espadazo, fueron el culmen perfecto a una gran obra premiada con dos orejas.
No pudo redondear su gran tarde Roca Rey dada la poca fuerza y boyantía del séptimo bis del espectáculo. Aún así el torero peruano puso empeño y voluntad para extraer pasajes con lucimiento pero su esfuerzo fue en vano. A pesar de ello al término del festejo, Andrés Roca Rey abandonó en volandas el coso saliendo por la Puerta Grande.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Juriquilla (México). Casi lleno en noche fresca. Toros de San Pablo, de variado juego.
El rejoneador Andrés Romero: silencio.
Diego Silveti: oreja, silencio y silencio.
Andrés Roca Rey: dos orejas, dos orejas y silencio.