Cuajó faena de maestría a un impredecible viñero. Los seis de seis embistieron y la tarde abrochó en triunfo para la terna, ganadero y burgomaestre, en histórica corrida en esta acogedora provincia de los andes cajamarquinos.
(Desde San Miguel, Cajamarca, Juan Medrano Chavarría)
En muchos años no habíamos atestiguado una corrida donde todos los toros embistieran, exhibiendo acometividad, clase y, en menor grado, dificultades. Eso sí, con bravura a cuentagotas. Un encierro bueno, como dicen los toreros cuando están a gusto y la nobleza de sus enemigos les permite relajarse, encajados y con las telas barriendo la arena.
Con el cielo entoldado y la lluvia en ciernes, el sábado día 1 de octubre hicieron el paseíllo en la monumental El Pallaquino, el diestro leonés Javier Castaño, el sevillano Antonio Nazaré y el torero de Bambamarca César Bazán El Yeta. El escenario lució abarrotado por la categoría del cartel, con dos toreros españoles de primera línea y un peruano que intenta forjarse un nombre en la coletería nacional.
El estar sereno y la maestría de Javier Castaño calaron en la buena afición sanmiguelina. Su lote fue el menos auspicioso; el 1° revoltoso y con instinto por lo que dejaba atrás; el 4° presto a buscar los muslos por el pitón izquierdo. A ambos los esperó y sin aquietarse les dio exacta lidia para que rompieran pa’lante. En el recuerdo quedarán aquellos tres eternos redondos –uno de ellos increíblemente rematado con un magistral pase de pecho-, que pergeñó al renuente viñero que acabó entregado al magisterio del salmantino, coronando la obra de soberbio estoconazo en comprometidísimos terrenos.
Nazaré supo gustarse con un lote que le embistió con ritmo; el jabonero 2° regateó pero acabó entregado a la muleta del sevillano; en tanto el castaño chorreado que hizo 5°, duró lo justo pero se empleó con intensidad en un par de series por el pitón izquierdo, humilladísimo y prendado del templado bocado de Nazaré, que disfrutó, y de qué manera, en muletazos de eterno trazo.
Entre estos dos referentes anduvo El Yeta, con su valor y entrega como sus mejores armas. El 3° le embistió con nobleza y despaciosidad con el morro barriendo la arena. Sus muletazos no fueron de grandeza pero cumplió la papeleta, al igual que con el buen albahío que hizo 6°, despachando a ambos con eficacia para saborear el triunfo entre la simpatía de la gente.
Nazaré se alzó con el trofeo de la feria. El Yeta con el premio a la mejor faena, Castaño premiado por la mejor estocada y don Aníbal Vásquez Nacarino distinguido por la mejor ganadería. Lo demás, sin objeciones, quedó patente en la arena. Tarde para el recuerdo. Corrida de efemérides en la arena de San Miguel.
Ficha. Sábado día 1 de octubre de 2016. Tarde nublada, plaza llena. Segundo y último festejo de la feria del Arcángel San Miguel. Reses del Olivar, 1° y 3°, y La Viña de Paiján, 2°, 4°, 5° y 6°, de justa presentación y buena clase. Javier Castaño (Morado y Oro) Estocada delantera y contraria, oreja. Estocada en lo alto, dos orejas. Antonio Nazaré (Blanco y Oro) Estocada delantera y caída, dos orejas. Estocada caída, dos descabellos, oreja protestada. César Bazán El Yeta (Grana y Oro) Estocada delantera y caída, dos orejas. Estocada delantera y desprendida, palmas.
Cartel de verdadero lujo en San Miguel. Vean qué toreros en el desfile...
Con este toro de La Viña abriendo la tarde...
Moviéndose pa'lante con guasa, pero sometido por la voluntad inquebrantable del gran Castaño...
Que hizo faena de antología al 4°...
Hilvanando muletazos a gusto y matándolo mejor.
Nazaré tiene un capote que exhala florituras...
Y una muleta que imprime ritmo, cadencia y desgarro.
Y El Yeta, con su valor a toda prueba...
Que estuvo allí, con su cuota de voluntad, con este enclasado pupilo de El Olivar corrido 3°...
Premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Denis Castillo ejecutó un gran par al 5°.
Y la tarde cerró en algarabía para la terna, ganadero y burgomaestre.