Alrededor de 20,000 personas –en lo que constituiría el recinto taurino más grande del Perú-, se congregaron hace unos días en la plaza de toros de Santo Tomás, ciudad capital de la taurina provincia de Chumbivilcas, Cusco, para presenciar la corrida de toros en conmoración al 191 aniversario de creación de la provincia. Se lidiaron reses de San Pedro, Juan Bernardo Caicedo y de la local San Valentín; esta última se alzó con el trofeo a la mejor ganadería, en tanto el diestro nacional Juan Carlos Cubas logró el premio al mejor espada.
(Desde Santo Tomás, Cusco, textos y fotos de Abraham Ccallo. Edición: Juan Medrano Ch.)
Santo Tomás desborda afición por los toros, los caballos y los gallos. Desde los tiempos de la conquista, los españoles se arraigaron aquí y mucho. Y no hay chumbivilcano que no sepa montar a caballo y competir, fiel a su estirpe de habitante indomable de estas estancias, que resistieron por muchos años la dominación ibérica y participaron activamente después en la gesta independentista.
Por estos lares es famoso un personaje llamado Qorilazo, en español Vaquero Andino, hombre de esta recia región que por cientos de años doma los andes y a sus animales; representa el coraje de esta provincia y es considerado héroe local. Entre los atractivos turísticos materiales de Santo Tomás figura su Iglesia Colonial y el gran coso llamado El Qorilazo; y entre los valores inmateriales el famoso Takanakuy, o encuentro pugilístico entre dos personas para poner fin a las rencillas personales; también la música del cultor Pancho Gómez Negrón, entre otros destacados valores que atesora la tierra de Chumbivilcas.
Desde tempranas horas, cientos de vehículos llegan a Santo Tomás cargados de gente proveniente de pueblos como Livitaca, Velille, Colquemarca, Chamaca, Capacmarca, para colmar los inmensos graderíos del coso taurino. El espectáculo lo organiza el gobierno local y la entrada es gratuita. Hicieron el paseíllo el diestro huancaíno Juan Carlos Cubas, la torera Milagros Sánchez, los toreros cusqueños Anderson Baca y Julio César Baca El Junkal, así como el torero de la tierra El Shilico, para lidiar ejemplares de San Pedro, Juan Bernardo Caicedo pertenecientes a la ganadería Apu Saywa, y de la ganadería San Valentín, del vecino distrito de Colquemarca.
Los festejos taurinos iniciaron el día jueves 23 de junio, con la tradicional corrida costumbrista donde participaron aficionados locales con ganaderías de la región; y el día viernes día 24 se realizó la corrida mixta incruenta con lleno hasta las banderas luego que, en horas de la mañana, se diera oportunidad de mostrarse a chavales aspirantes a novilleros, quienes demostraron en el ruedo su valentía y afición por los toros. Más tarde fue el paseíllo de los profesionales.
Abrió plaza el novillero local Álvaro Bobadilla “El Shilico”, que anduvo con ganas mostrando valentía delante del toro ante su dos oponentes que carecieron de raza. Julio César Baca lidió al corrido 2° de San Valentín que terminó aculado a tablas; a su segundo de San Pedro, enrazado, no pudo entenderlo y se fue sin descifrar lo que llevaba dentro el buen sampedrano. Pero por su valentía, que caló en la afición de su terruño, dio una apoteósica vuelta al ruedo. Milagros Sánchez, lidió sólo uno del hierro de Valentín Morales, manejable y justito de fuerza. La torera tuvo mucha actitud y dio una vuelta al ruedo entre los aplausos de la multitud. Anderson Baca enfrentó al 4°, también de San Valentín, que salió manejable y justito de fuerzas; su segundo, de San pedro, fue reservón y embistió con la cara arriba. Su 3°, con el hierro de Juan Bernardo Caicedo pero propiedad del señor ganadero de Apu Saywa, melocotón y de bonitas hechuras, bueno y con clase, le exigió y con mucho esfuerzo dibujó muletazos por el lado derecho.
Juan Carlos Cubas dio una lección de toreo bueno fabricándose un toro que de salida parecía imposible, se arrimó y logró una faena de valor, exigiendo al toro y pegando muletazos largos y templados. El grueso del público no lo entendió pero de todas formas fue premiado con dos orejas simbólicas. Su 3° fue un jabonero de Juan Bernardo Caicedo, noble y con clase, con el que nuevamente mostró su buen toreo por ambos pitones, dejándonos la sensación de ser un torero clásico y de mucho arte, aunque muchos pueblos no valoran ese estilo ni esa concepción del toreo. El 5°, de San Valentín, desclasado y arrollando, no sirvió a los propósitos del buen torero. Cubas fue distinto y al final de la tarde fue premiado con el escapulario de oro de la corrida; el de plata correspondió a la ganadería San Valentín, que pasta en el vecino distrito de Colquemarca.
Alcalde David Vera y una regidora de la comuna vestida a la usanza chumbivilcana, antes del paseíllo.
Cubas sometiendo a un ejemplar de San Pedro.
Milagros Sanchez empleándose por naturales.
Y dando la vuelta al ruedo.
Anderson Baca con un ejemplar de Juan Bernardo Caicedo.
Julio César Baca, El Junkal.
El Shilico, novillero de Chumbivilcas.
Cubas sometiendo a un ejemplar de San Pedro.
Milagros Sanchez empleándose por naturales.
Y dando la vuelta al ruedo.
Anderson Baca con un ejemplar de Juan Bernardo Caicedo.
Julio César Baca, El Junkal.
El Shilico, novillero de Chumbivilcas.