lunes, 18 de julio de 2016

PUERTA GRANDE EN EL PRIMER FESTEJO DE BAMBAMARCA

Un noble y colaborador encierro del señor Aníbal Vásquez Nacarino posibilitó el triunfo del torero catalán Serafín Marín y del peruano César Bazán El Yeta. Aunque le faltó un punto de raza y fuerza, la corrida tuvo calidad y hubieron dos ejemplares, 3° y 6°, que transmitieron emociones. Para hoy domingo día 17 se anuncia la corrida de colombiana de Monterrey para los españoles Antonio Nazaré, Oliva Soto y Julio Benítez El Cordobés…

(Juan Medrano Chavarría)


Ficha. Sábado día 16 de julio de 2016. Tarde soleada, tres cuartos de entrada. Reses de Paiján, de buena presentación y variado juego; el corrido 6° indultado por El Yeta. Serafín Marín (Celeste y Oro) Cuatro pinchazos, estocada caída, palmas. Estocada desprendida, dos orejas. Julio Benítez El Cordobés (Concha y vino en azabache) Tres pinchazos, estocada desprendida, silencio. Dos pinchazos, media estocada caída, silencio. César Bazán El Yeta (Catafalco y Oro) Estocada delantera y caída, dos orejas. Dos orejas simbólicas.


 Ayer, sábado día 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, se dio el primer festejo de la feria de Bambamarca, guardándose silencio póstumo por El Pana, Renatto Motta y Víctor Barrio...

 Saltando a la arena el primero de la tarde, con el hierro de Paiján...

 Al que el catalán Serafín Marín recibe finamente por verónicas de manos bajas...

 Toreando por naturales, muy encajado...

 Pero el 4° tuvo mayor tranquillo y lo disfrutó...

 Paseando las dos orejas del colaborador paijanero.

 El Cordobés exhibió chispazos de toreo bueno...

 Echando mano de recursos y técnica...

 Que no le bastaron para lograr el triunfo en La Bambalitana.

 Otra fue la historia para El Yeta, que topó con este enclasadísimo jabonero que iba y venía sin molestar...

 Arrastrado con honores...

 Así como el 6°, un toro fino, bien construido y extremadamente noble...

 Al que no pudimos apreciar en su verdadera dimensión, indultado finalmente al caer la noche por el torero de Bambamarca.

Destacó entre los subalternos Dennis Castillo, siempre eficaz en la lidia, echando el capote con maestría y sin abusar de los manidos recortes.