Y Cristóbal Pardo retomó la senda del triunfo en el último toro. La corrida de San Simón, con dos remiendos del señor Roberto Puga, se movió un poco más y un noblote ejemplar de Montegrande hizo posible una faena de buen gusto. El rejoneador Andrés Chica también tuvo una buena tarde y el público jaleó su quehacer. Al final, dos toreros salieron en triunfo y un futuro promisorio espera a esta feria que va para más…
(Desde Lajas, Chota, Cajamarca, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría. Imágenes aéreas: Luis Rodríguez Sánchez).
Y por fin llegó la alegría, tras una tarde, la penúltima, donde las caras se vieron largas. Ayer la corrida, que ni brava ni buena, dio ciertas facilidades y los espadas más certeros con los aceros. El epílogo fue para el recuerdo, premiándose a los que a juicio de los organizadores, destacaron, con un público que esperó hasta el final la salida triunfal de sus ídolos.
Quién pudiera creer que un pueblo con poco más de 4,000 habitantes congregue a cerca de 8,000 espectadores en una tarde de toros…? Pues ese pueblo se llama Lajas, el más taurino de los distritos chotanos, ubicado a escasos 20 minutos de la capital provincial y en la misma ruta de grandes plazas taurinas como Tacabamba y Bambamarca.
En tarde soleada y con densas nubes haciendo sombra a momentos, se celebró la tercera y última corrida de la feria taurina en honor al patrón San Antonio de Padua. A medio paseíllo, el cortejo de luces se detuvo para guardar recuerdo póstumo al torero de Segovia Víctor Barrio, caído ayer entre las astas de un toro santacolomeño de Los Maños, en la feria de Teruel, España.
Los artistas fueron los mismos y los toros también. Nada nuevo para ver. Pero la fiesta es así y de las tripas hay que hacer corazón. Y hubo corazón de parte de los actores, que se prodigaron con sus técnicas y conocimientos para justificarse y darle alegría a la gente. Marc Serrano lidió al 1°, 4° y 6° con las mismas armas de los días anteriores, pero se le vio más en tipo de torero con el 4°, de Montegrande, sangre de Roberto Puga. Con este acarnerado plantó las zapatillas e hizo el toreo de quietud, con prisa a veces, pero disfrutando lo poco bueno que pudo extraer del animal que tuvo un inicio poco alentador.
El primero de Cristóbal Pardo rápidamente se vino a menos, colándose por el lado derecho, gazapón y con menos de medio pase. Más mentalizado salió con el 5°, que tuvo claridad en el capote y por eso se animó en los quites por chicuelinas. Previendo el poco fondo del animal, el caldense cogió las banderillas y armó el alboroto. Luego no hubo más porque el bicho devino en sosería. Esta vez tuvo determinación para matar y yéndose derecho logró una estocada de efectos fulminantes.
Andrés Chica estuvo hecho todo un caballero ante el 3°, con el hierro de Roberto Puga. Sus evoluciones fueron muy marcadas y los adornos en la cara girando repetidamente a lomos tuvieron belleza y muy celebrados por el público. Templó con la grupa, encelando e intentando como los grandes, aún con un toro que a momentos se desentendía de los toques. Falló con el rejón de muerte pero el público pidió con fuerza el trofeo que finalmente cayó del palco presidencial.
Marc Serrano, que sumó ocho orejas en sus tres actuaciones, fue premiado con el escapulario de San Antonio de Padua; San Simón como la mejor ganadería y César Díaz El Yuca, con el trofeo al mejor banderillero.
Ficha. Sábado día 9 de julio de 2016. Tercer y último festejo de la feria taurina en honor a San Antonio de Padua. Reses de San Simón 1°, 2°, 5° y 6°, de escaso juego, y Roberto Puga 3°, y Montegrande 4°, nobles y pobres de presentación. Andrés Chica, dos pinchazos, rejón trasero y desprendido, oreja. Marc Serrano (Turquesa y Oro) Estocada perpendicular y desprendida, oreja. Estocada baja, dos orejas. Estocada delantera, dos orejas. Cristobal Pardo (Azul eléctrico en azabache) Dos pinchazos, estocada caída, silencio. Estocada entera y caída, dos orejas.
Monumental Plaza de Toros de Lajas, ubicada en un promontorio de su hermosa campiña; desbordante de afición, como lo muestra esta foto aérea de Luis Rodríguez Sánchez.
Se guardó silencio en el paseíllo por el infeliz deceso del torero español Víctor Barrio.
El 1° de Serrano metió la cabeza de salida y el francés hizo el buen toreo...
Luego el novillo se aplomó y hubo que echar mano de los recursos...
Y con el 4°, de Montegrande, pudo gustarse...
Y torear relajado...
Paseando las dos orejas del noble novillo...
Que fue arrastrado con honores.
El primero de Pardo amagó importancia, pero pronto evidenció defectos...
En cambio el 5° tuvo un buen arranque...
Entonándose el torero y recobrando la esperanza...
Y no renunció a ella, a pesar que los arrestos del animal se diluyeron...
Alcanzando el triunfo, que le había sido esquivo en las primeras tardes.
Andrés Chica sí que tuvo una buena tarde. Estuvo a gusto y el público muy metido con su quehacer...
Disfrutó del cariño de la gente paseando una oreja del 3°.
El Yuca no quiso irse de vacío...
Aguantando, e intentándolo como en los viejos tiempos...
Pero El Tachuela aguardaba con el cuchillo entre los dientes, y también se dejó ver, con verdad, con ese gran corazón que le palpita dentro.
Para el recuerdo, esta imagen captada al caer la noche.
Con dos toreros y el alcalde a hombros abrochando una tarde triunfal.