No hubo trofeos, pero los toreros se emplearon al límite para justificarse ante una corrida que careció de atributos y sólo dio tarascadas. Mhedi Savalli se alzó con el escapulario de la Virgen del Buen Paso y El Verita saludó ovaciones derrochando gracia y valor.
(Desde Caravelí, Arequipa, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
Los toros son un albur. Y este aserto fue palmario ayer en Caravelí, donde afloró el aspecto contradictorio del comportamiento del toro, saltando de la bravura y nobleza al genio y las malas ideas. Felizmente, este desencuentro fue salvado por la disposición y voluntad de los coletas, que se jugaron el pellejo para justificarse a plenitud. El público lo entendió y al caer la tarde quedó claro que a más del divertimento, la fiesta conserva todavía su trasfondo de grandeza y heroísmo.
El 1° de Serna fue renuente a los lances y jamás se entregó a nada. Cuando intuyó que la única opción era atacar fue a por la muleta obligado por su instinto defensivo. Con toques precisos y a la distancia justa, el torero le robó derechazos templadísimos una y otra vez. Con el 4° el asunto fue de lucha más que de conjunción. Por el izquierdo le avisó dos veces de sus malas intenciones y cuando insistía en embarcarlo por el otro lado, también por allí sacó las uñas. El torero no renunció a la supremacía y el toro tampoco a su dominio. En esa lucha afloraron muchos valores y sabiamente el público lo aquilató, premiando al hombre con aclamaciones.
El lote de Savallí también fue violento y sin estilo. El 2° reponía por el pitón izquierdo buscándole los muslos. Le tocó por los lados y con sapiencia y firmeza lo embarcó por el derecho en muletazos de mucho dominio. La faena al 5° fue una gran lección de vergüenza torera. El bicho era en verdad muy bruto, sacó impredecible genio y cuando sintió la pirámide se agitó como una marejada, pero sin huir. Tras el cuarto puyazo del Toto lucía tan poderoso como al inicio y el moreno no tuvo más que echar pa’lante en salvaguarda de su escudo.
Si pasaba, el animal arrollaba saltarín y parecía un caso perdido. Con paciencia y planta le echó la muleta al hocico una y otra vez, sin dejar que se la enganchara. Al rato, el Salamanca se obsesionó por el trapo, fue tras él con celo y entonces el torero compuso la figura gustándose inclusive. Mucho esfuerzo, mucho sudor pero qué gran vergüenza la del torero galo.
El Yeta pechó con uno terciado, repetidor pero de escasa clase. Lo aprovechó por el lado derecho, acoplándose a la embestida y trazando muletazos sueltos cuando el bicho se lo permitió. Pinchó pero el público le granjeó simpatía al dar la vuelta al ruedo.
Ficha. Viernes día 5 de febrero de 2016. Segunda y última corrida de toros en honor a la Virgen del Buen Paso. Reses de San Pedro 1°, 2°, 3°, 4° y 5° de Salamanca, cuasi parejos de presentación, con fondo pero faltos de bravura. Emilio Serna (Morado en Azabache) Estocada caída, descabello, vuelta al ruedo. Pinchazo, estocada desprendida, cuatro descabellos, vuelta al ruedo. Mhedi Savalli (Grozella y Oro en Azabache) Tres cuartos de estocada delantera y caída, tres descabellos, palmas. Estocada contraria, descabello, vuelta al ruedo. César Bazán El Yeta (Sangre de Toro en Azabache) Estocada caída, tres descabellos, vuelta al ruedo en el único que estoqueó. Incidencias. El Verita se desmonteró tras parear al 1° y al 5°, en este último invitado por el diestro Mhedi Savalli.
Interesante y corajuda faena de Serna al 4°. Salió como un jabato...
Logrando buenos muletazos por el pitón derecho, el único potable del bicho...
En pos del triunfo que no llegó, a pesar del gran esfuerzo.
Savalli fue otro torbellino...
Que no renuncia nunca, a pesar de las dificultades...
Este parecía imposible...
Pero le tocó las teclas y lo hizo embestir...
Llevándose el trofeo de la Virgen del Buen Paso.
El Yeta, en lo suyo, también metió la cabeza...
Logrando derechazos, algunos jaleados, como éste.
El Verita estuvo valiente...
Saludando ovaciones en el 4° y 5°.