En la placita del Círculo Social La Unión de Cotahuasi, se corrieron cuatro ejemplares colombianos de Juan Bernardo Caicedo y dos de San Simón, en general bien presentados pero carentes de bravura. Alfonso de Lima triunfó con el único bravo del encierro junto al murciano Emilio Serna que también tocó pelo. Más de dos mil aficionados se agolparon en el pequeño escenario para disfrutar del festejo que fue todo un acontecimiento…
(Desde Arequipa, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
Un placer inolvidable reencontrarnos con aquella majestuosa ciudad que es Arequipa, de rancio abolengo, impresionante arquitectura en sillar y baluarte de nuestra identidad, convertida hoy en la metrópoli más importante después de Lima. Allí sus picanterías resisten estoicas la oleada gourmet de nuestra gastronomía y ofrecen sus tradicionales platillos a los ocasionales. Después de disfrutar de un sabroso rocoto relleno y el infaltable pastel de papa, asentados con la refrescante chicha mistiana, enrumbamos pasado el mediodía a la placita de toros de la variante Uchumayo, donde por primera vez en su historia se daría un espectáculo cruento con seis astados de casta.