A la corrida de Camponuevo hubo que poderle y los toreros le pudieron. Arte e improvisación fueron las armas del torero de Castellón para alzarse con el triunfo al final de la tarde. Cubas también estuvo solvente, tocando pelo; a Serna le negaron un trofeo que por derecho propio se lo había ganado domeñando a un toro que le exigió el carné...
(Desde Pariamarca, Lima, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
El buen torero castellano había tenido una mala racha a espadas y ayer rompió el mal fario, como dicen los gitanos. Lo hizo todo bien, estuvo entregadísimo nada más desde abrirse de capa y las cosas le rodaron. Tras pinchar al 3° quedó con el mal sabor y cuando le vio la cara al 6°, que le colaboró poco, lo hizo todo él –aunque a veces presuroso por sus ansias-, y resolvió como los buenos toreros. Nos gustó más con el 3°; muy meticuloso como si se tratara de clases prácticas de toreo a los chavales en una escuela taurina, llevando muy toreado al bicho e intentando engarzar las suertes. Salió en volandas con un taurinísimo trofeo y esperamos volverlo a ver por nuestros ruedos, porque la fiesta aquí lo necesita por sus especiales maneras para torear y lo buena persona que es.