El lunes pasado triunfó, pero sufrió una cornada de 18 cm y una fractura en la mano; a pesar de ello, el sábado Ponce lo hará matador.
(Pablo J. Gómez Debarbieri)
DE OTRA PASTA. Los toreros no son gente común y corriente: tras solo 12 días, con la cornada aún abierta y una fractura en la mano, Roca Rey tomará la alternativa el sábado 19 en Nimes, en corrida televisada. (Foto: Joël Buravan)
El próximo sábado 19, a las 10:30 de la mañana (hora peruana), todos podremos ver, en corrida televisada para todo el planeta, el cuarto festejo de la Feria de la Vendimia de Nimes. A esa hora, al son de Carmen de Bizet, harán el paseíllo, atravesando el ruedo oval de la milenaria e imponente plaza de toros de Nimes –antiguo coliseo romano de fines del primer siglo de nuestra era− el maestro de los últimos 25 años del toreo, Enrique Ponce, el francés Juan Bautista y el joven novillero peruano Andrés Roca Rey. Andrés es un caso especial en el toreo. Con solo 18 años, se ha labrado –gracias a su valor y a su privilegiada mente para intuir a casi todos los toros− una prometedora carrera con proyección para llegar a ser figura del toreo. Diez minutos más tarde, a las 10:40, aparecerá el astado con el que Andrés tomará, de manos de Enrique Ponce y con Juan Bautista como testigo, el grado de matador de toros. Podrá ser un toro de Juan Pedro Domecq o uno de Victoriano del Río, pues ese día se lidiarán tres de cada ganadería.