domingo, 28 de junio de 2015

DOS MAESTROS BORDAN EL TOREO EN CUTERVO

Dos conceptos distintos para una sola verdad: la del toreo auténtico. Javier Castaño y Antonio Nazaré tocaron la gloria al pie del Ilucán en una tarde para el recuerdo. Bien presentada y con matices de bravura, clase y también de lo otro, lució la corrida colombiana de La Ahumada.

(Desde Cutervo, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)


La vida nos regaló un pedazo de felicidad ayer, con una corrida bien presentada –sólo uno, el 1°, fuera de tipo-, y dos toreros que resolvieron con arte, conocimiento y valor, las complicaciones de un encierro que tuvo todos los ingredientes para una opípara tarde de toros. Castaño, torero de Salamanca, se desbrozó con ese toreo de garra y pundonor propios de las gentes de aquellas recias estancias. Nazaré, en cambio, recitó en finura y pellizco el clásico poemario de su bendita tierra prodiga en toreros de pasmo y hondura.