Sorteó el mejor lote y con actitud y disposición sacó adelante la tarde y se llevó el escapulario del Señor de la Ascensión. César Jiménez resucitó un toro y cuajó la mejor faena de la feria. La corrida de San Pedro, sin llegar a ser buena, sirvió y la tarde cerró en apoteosis.
(Desde Puquio, Ayacucho, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría. Especial para el portal Perú Toros y la revista Fiesta Brava)
Satisface constatar que a cientos de kilómetros de Lima la afición por la fiesta de los toros va cuesta arriba. La histórica Puquio, capital de la provincia de Lucanas, es uno de aquellos renacientes emporios donde la fiesta bulle en el alma de sus poblanos. El último fin de semana, su plaza de toros Antonio Navarro atestiguó dos llenos de bandera y los festejos iniciaron a la hora señalada, con dos buenos carteles y una presidencia a la que habría que espetar altibajos diametralmente contradictorios en sus decisiones. Pequeño detalle a subsanar la próxima temporada.