Un buen cartel que no funcionó por el escaso juego del ganado. César Jiménez apenas sí se despeinó ante un lote imposible y al rejoneador Francisco Javier Rodríguez tampoco le embistieron y el 4° se infartó. Sólo El Zapata pudo sacar partido ante un par de burracos que medio se emplearon con nobleza.
(Desde Puquio, Ayacucho, Juan Medrano Chavarría, especial para el portal Perú Toros y la revista Fiesta Brava)
Cierto que fue un cartel de mucha expectación con el caballero en plaza como principal atractivo, además del torero tlaxcalteca El Zapata, de gran vitola en su país, y el madrileño César Jiménez, que tuvo su tiempo de gloria allá por los primeros años de esta nueva centuria. La corrida de San Pedro, 2° y 6°, y Salamanca, 1°, 3°, 4° y 5°, saltó dispareja en pelos y hechuras, noble pero con poquita raza, tanto que en términos generales solo llegaron al segundo tercio y de allí tuvieron dificultades para moverse.
