Honestidad y dignidad; dos palabras que resumen la actuación en solitario de nuestra primera figura nacional en la corrida del 1 de Mayo. Salió en volandas, pero el triunfo pudo ser más rotundo de no marrar con los aceros. Como pocas veces, la prensa nacional acudió al acontecimiento y reseñó la gesta que será efemérides. La corrida de San Pedro cumplió, se dejó torear pero no fácil; hubo que poderle de verdad, con la virtud de moverse y transmitir emociones.
(Juan Medrano Chavarría)
Fue una apuesta fuerte, a puertas de los compromisos escriturados con Chota y Cutervo y la vuelta a Acho en la feria nazarena; pues que sepamos, nunca en los anales taurinos un torero nacional había pactado una cita en solitario a inmediaciones de Lima. Y el primer triunfo, como bien lo había dicho el torero días atrás, fue la plaza llena, o rayando en lleno, claro indicativo de la expectativa e interés de la gente por ver al matador de toros peruano más importante de la última década.