sábado, 12 de diciembre de 2015

TORRES JEREZ CUMBRE EN LA CORRIDA GRANDE DE MACUSANI

Dos faenas rebosantes de maestría y humildad realizó el torero almeriense en el albero de la plaza más alta del mundo.Extrajo pases a dos toros imposibles y echó al trasto los mitos de la tarde anterior. Los toros de Santa Isidora tampoco dieron tela y a los de La Aurora, reticentes, hubo que poderles y mucho… 

(Desde Macusani, Carabaya, Puno, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)


La humildad es una virtud poco común en las llamadas figuras del toreo. Empero, hay buenos toreros que sin ostentar aquella categoría, lindan con la maestría, hacen el toreo con sabiduría sin reparar en el escenario, convirtiéndose en auténticos gonfaloneros de la profesión. Torres Jerez, el torero de Almería, es uno de ellos; humilde él, pisa el albero en rectitud y le puede y saca partido de casi todos los toros.

En Macusani, con temperaturas extremas y a 4,380 metros de altitud, el almeriense realizó dos faenas de bitácora, ponderadamente complejas pero resueltas con aquello de la difícil facilidad del toreo. El 3° no repetía en el capote pero el maestro improvisa y remata con una briosa serpentina. El colorao sale rajado del caballo y va al abrigo de las tablas. Jerez sabe que hay un rescoldo de casta y tirando del bicho se descara con él en la soledad de los medios. Se deja ver y a la distancia justa toca y fluyen derechazos de mando. El animal se siente sometido, voltea en contrario pero el torero da batalla encelándolo con maestría; vuelve arremetiendo y Jerez saca partido hasta de la inercia del toro, adornándose con gráciles molinetes que el público reconoce…

El 7° tampoco da pelea y el planteamiento es similar; ir muy cruzado y tocando fuerte y templado, aguantando los parones y reponiendo con la muleta siempre por delante. Entonces fluyen muletazos sobre la mano derecha que a momentos el animal los toma con codicia. Se echa el paño a la otra mano y a pesar que el bicho arrolla y se frena, lo lleva siempre embarcado, siempre toreado. Qué torero, qué maestro, qué honestidad y entrega la de este diestro español que en otras circunstancias de seguro haría sombra a muchas de las llamadas figuras del toreo. 

El caleño Gustavo Zúñiga mostró mucha actitud ante el adormilado 2°, un manojo de carne que movíase torpe y desmotivado desde el capote. No dice nada, en cambio mide y mira mucho. El torero insiste logrando derechazos de baja intensidad. El 6° es el toro de la tarde. No se define de salida pero tras el puyazo muestra claridad y hay gaoneras de buen trazo. Los derechazos son de uno en uno sin ligazón; el toro va acortando su recorrido y de repente pega arreones y echa la cara arriba. Prueba por el otro pitón y no hay buena respuesta del toro. Hay ambiente para algún trofeo pero pincha tras un metisaca y el asunto queda en palmas tibias. 

El lote del caballero José Miguel Callejón es bonito y tiene hechuras para embestir. El 1° un negro armonioso que más rápido que pronto renunció a la pelea y renuente a los envites. Aún así logra encelarlo y clava rejones y banderillas con más o menos lucimiento. El 5° tuvo similar comportamiento, amagando embestir y frenándose a medio recorrido. Banderillea al hilo de las tablas y a lomos de Sangao logra al violín una farpa de lentísima ejecución. En ambas faenas adoleció de precisión con el rejón de muerte y sólo pudo saludar alguna ovación.

Alfonso de Lima, torero muy querido en esta plaza, sorteó un lote con escasas posibilidades de triunfo. Abrevió con el 4° y tampoco perseveró ni le tuvo confianza al 8°. La tarde cerró con lluvia y el almeriense Torres Jerez fue aclamado triunfador de la tarde; en tanto Santa Isidora, del señor Hipólito Chacón, distinguida como la mejor ganadería.

Ficha. Viernes día 11 de diciembre de 2015. Segundo festejo de la feria en honor a la Virgen Inmaculada Concepción. Tarde soleada con lluvia al final de la corrida. Reses de Santa Isidora 2°, 3°, 6° y 8°; y La Aurora 1°, 4°, 5° y 7°, desiguales de presentación y faltos de bravura. José Miguel Callejón, Rejón trasero y caído, rejón trasero y desprendido, palmas. Dos pinchazos, dos descabellos, palmas. Gustavo Zúñiga (Turquesa y Oro) Estocada delantera y caída, descabello, palmas. Metisaca, pinchazo y tres cuartos de estocada delantera y caída, silencio. Torres Jerez (Verde Esperanza y Oro) Pinchazo, estocada delantera y caída, oreja. Estocada baja, oreja. Alfonso de Lima (Celeste y Oro) Pinchazo, estocada desprendida, descabello, silencio. Tres pinchazos, estocada delantera y caída, palmas. 


El paseíllo, con el primer plano de Gustavo Zúñiga y Alfonso de Lima. Más allá va Torres Jerez....

 Guardándose un minuto de silencio por el gran VERÓN QUISOCALA, mozo de espadas del sur y gran amigo de Lampa, fallecido en octubre pasado.

 Callejón estuvo muy centrado con este castaño de La Aurora...

 Pero sublime con esta banderilla que clava con increíble pasmo...

 El colombiano Zúñiga abriéndose de capote con este zambombo de Santa Isidora, atacado de mansedumbre ...

 Pero con este 6°, que se dejó por el pitón derecho, tuvo buenos momentos, que lastimosamente no refrendó con la espada.

 Torres Jerez lleva el toreo en la sangre. Hace embestir hasta los mulos...

 Con una técnica y honestidad que asombran...

 Que patentó con este 7°, al que le robó muletazos virtualmente imposibles. Pena no ver a este torero en los grandes foros...
 
Triunfando inobjetablemente y arropado por la afición de Macusani...

Se alzó con el trofeo de la corrida.

 Alfonso de Lima no pudo mostrarse. Su lote supo a muy poco y él tampoco perseveró.

 La grandeza del toreo también la expresan los banderilleros, con un Dennis Castillo en lo más alto y fenomenal en la brega de los toros.