Ante reses de Checayani y Rural Alianza. Cristóbal Pardo también tocó pelo
(Desde Ayaviri, Puno, textos y fotos de Abraham Ccallo Cahuana. Edición, Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
Anualmente se realiza la feria en honor a la virgen de la Alta Gracia en la ciudad de Ayaviri, provincia de Melgar, Puno, conocida como la capital ganadera del Perú. Allí familias aficionadas construyen sus palcos de madera en una pampa denominada La Moya, cerca de los ojos de agua. Es, sin duda, una de las plazas más grandes del mundo en su género y lleva por nombre “Lucho Coronado”. La fiesta de los toros se inició el viernes día 11 de setiembre con un cartel atractivo, donde alternaron el colombiano Cristóbal Pardo y el Española Salvador Barberán ante reses de las ganaderías puneñas Checayani y Rural Alianza.
Abrió plaza el caleño Cristóbal Pardo que anduvo sin suerte con el estoque ante sus dos enemigos; el 1° de Rural Alianza desclasado pero manejable, al que arrancó series y tras pincharlo veces el juez le concedió una oreja. El 3° de Checayani de buen juego y muy en tipo de la casa; el diestro colombiano se sintió a gusto logrando buenas series; pena que lo pinchó en tres ocasiones y fue ovacionado.
Salvador Barberán no tuvo suerte con su lote. El 2°, de Checayani, con edad y suelto, por momentos barbeando las tablas, sin condiciones. A pesar de las ganas del español, tras pincharlo y estocada caída el juez le otorgó dos orejas excesivas. El 4° de Rural Alianza fue un novillo de buena estampa que salió abanto, se dolió tras los palos y en la muleta fue difícil embarcarlo. Con sapiencia el coleta metió la mano sorprendiendo con el estoque, que cayó delanterillo y contrario y le otorgaron una oreja.
Al final de la jornada el alferado señor Abel Mamani y esposa entregaron los premios; triunfador de la tarde Salvador Barberán; mejor banderillero Jhon Marconi “El Yuyo”, mejor ganadería Checayani, por el corrido en tercer lugar.
El lote de Salvador Barberán no tuvo fondo...
Pero estuvo contundente con la espada y triunfó.
Cristóbal toreando a gusto a este Checayani, que ciertamente se dejó torear.
Jhon Marconi El Yuyo, por su valor y arrojo, premiado como el mejor banderillero.