Entre los impresionantes túneles del Cañón del Pato y los agrestes páramos de la sierra ancashina, pervive Sihuas, acogedora tierra de benigno clima donde el lunes día 10 de agosto disfrutamos de una singular tarde de toros. No hubieron orejas, pues los toros del señor Aníbal Vásquez apenas permitieron prodigarse a los toreros; en cambio vivimos otras emociones, de aquellas que se tornan inenarrables…
(Juan Medrano Chavarría)
La ruta a Sihuas es una madeja de insondables abismos que se inicia en el legendario Cañón del Pato...
Pero se respira un maravilloso clima y un gran ambiente de toros, con mucha gente en los cerros, pues la plaza queda pequeña...
Sólo que los toros de don Aníbal hicieron pasar trago amargo a los toreros. El primero de Simpson no se dejó matar y el limeño escuchó los tres avisos.
Este salinero tampoco tuvo maneras...
Y dio tremendo tumbo al picador.
El Montecarmelo en suerte para Antonio Pérez tampoco fue una pera en dulce, aunque se dejó en el capote...
Y careció de clase en la muleta...