Haciendo el toreo de aguante y quietud triunfó en la primera corrida de la feria de la Santísima Virgen del Carmen. Uceda Leal hizo faena para el recuerdo y Salvador Cortés pechó con un lote infumable. La corrida de Juan Bernardo Caicedo adoleció de clase y la terna hubo de emplearse a fondo para hacerla embestir.
(Desde Bambamarca, Cajamarca, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros)
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La corrida del ganadero colombiano don Juan Bernardo Caicedo no ha sido un dechado del buen embestir; tampoco en hechuras, dispareja y algunos descarados, pero ha planteado dificultades y se ha movido pa´lante. Salvador Cortés tuvo que tragar paquete y por allí el 1° de Uceda Leal muy agarrado al suelo. Los de Cubas arrearon más pero traían cosas malas, especialmente el jabonero que hizo 5°, que saltó tapadito y fue a más pero para medir y coger. El huancaíno lo consintió y cuando se sintió podido el destartalado se lo echó a los lomos. Gran actitud la del torero peruano, que nunca arredró y muy firme en los toques, plantando cara y zapatillas en la arena para domeñar, sometiendo y ligando las tandas con el de pecho. También pudo saborear la miel con el 1° pero el pinchar le costó algún trofeo. Las dos orejas del 5° quedaron algo largas tras demorar en doblar el toro, pero lo hecho al asumir con dignidad y honor su quehacer le valieron la aclamación del respetable.
