A la vera de la Panamericana Sur, entre viñedos y esparragales, pastan los bravos de El Rosario, la nueva ganadería fundada por Alfonso de Lima. Ayer disfrutamos de un agradable día de campo con el tentadero de rigor y los infaltables aromas y sabores de la comida chinchana.
(Textos y fotos: Juan Medrano Chavarría)
De pequeño iba a Acho y soñaba ser torero. Transcurrido el tiempo se hizo torero y un día traspuso en volandas el umbral de la bicentenaria. Hace poco contrajo nupcias y hoy ha cumplido el sueño mayor de convertirse en ganadero de bravo. Grandes logros en corto tiempo, junto a sus padres, abuelo y hermanos. No le ha podido ir mejor al rubio torero, que ayer hizo de gran anfitrión en su acogedora finca ubicada en el kilómetro 213 al sur de Lima.
Con el auspicio del ganadero don Roberto Puga, de quien adquirió una punta de vacas de buena nota, Foncho junto a su abuelo y hermano han formado El Rosario, cuyo hierro y divisa presentaron ayer en agradable jornada donde se tentaron tres vaquillas y herraron los primeros productos de la flamante ganadería.