Ponce y Castella por la puerta grande de Acho. La corrida, mansa, bonancible y apenas picada, sirvió a los afanes estéticos del maestro de Chivas y a la verdad del toreo del diestro de Beziers.
(Texto: Juan Medrano Ch. Fotos: Miguel Pardo. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
Tras una temporada de alejamiento forzado de los carteles de Acho, muchos aguardábamos la vuelta en grandeza de los toros del señor Roberto Puga. Nos equivocamos. Ofreció una corrida remendada, con toros que semejaban novillos por malnutridos y esa falta de remate imprescindible para lidiar con dignidad en la plaza más importante de nuestro país.
Apenas señalados en varas, cuatro de los cinco se orientaron rápidamente a tablas, doliéndose en banderillas. Solo el 6° centró la testuz hacia los medios y penosamente desaprovechado por su matador. El remiendo de don Alfredo Galdós, gordo y adelantado, tampoco duró y fue el de menos juego del encierro. En resumen, una corrida mansa bonancible que sirvió a los propósitos de dos figuras del toreo como Enrique Ponce y Sebastián Castella.
Muy buena entrada para ver al maestro Ponce, que hizo el paseíllo con un terno tabaco y oro. La gente le espetó el abreviar ante el 1°, pero el animal tenía escasísima fuerza, doliéndose, defendiéndose y sin completar el viaje. El anovillado 4° no se deja lancear, se duele de los arpones y se define en manso antes que el maestro cogiera la muleta. Empero, tenía una virtud: Se movía descompuesto y predecía fondo. Ese fue el atisbo que el valenciano descubrió para aplicar su tan preciado decálogo. Y así fue. Marchó para el 10 y desató el delirio. Series de medios pases componiendo la figura y llevando templadísimo al obediente. Naturales, circulares y poncinas sin solución de continuidad. Alguien le reclama con un bocinazo pero la masa enervada acalla al rebelde. Mata de estocada caída y pasea entre ovaciones las dos orejas del castaño.
La verdad, naturalidad y pasmo que Castella imprime a su toreo son virtudes de una auténtica figura del toreo, que patentó en Acho a pesar que los solícitos de la presidencia le dieron una oreja tras la faena al 2°, que no merituaba porque el toro se apagó en el último tramo y sin esa condición fundamental el quehacer del francés tampoco remontó. Distinta fue la historia con el 5°, único ejemplar de los corridos que lucía aspecto de toro. El de Beziers estuvo simplemente superior con un toro que se decanta por tablas y cae reiteradamente. Lo consiente en el tercio y le da la querencia; manejando con tino los tiempos le echa con verdad la muleta por delante e inicia la sinfonía. Las series de derechazos son templadísimos, barriendo la arena y de trazo largo. Los redondos tienen ritmo y conjunción, cadencia, lentos y con mando, muy diferentes a los trapazos de hoy en día. Hay que ver y aprender de los maestros…!!
Esperábamos mucho más de nuestro crédito Alfonso de Lima, que tuvo la dicha y la fuerza para ponerse en este cartelazo al lado de dos figuras del toreo. La mesa estuvo servida para el triunfo, pero su inmadurez y excesiva confianza, a más de la falta de alguien que guíe y aconseje convenientemente su carrera, le hicieron cometer desatinos como el de subirse al caballo del picador para pretender picar a su toro. Voluntarioso pero sin un concepto definido del toreo y carente de planteamientos para solucionar los problemas de la lidia. Se descara pero no se afianza, la muleta va oblicua y el torero está muy fuera de cacho. Los mansitos tienen lidia pero no hay que encimarlos. El 3°, si bien rajadito, tenía una distancia que el torero no la encontró. Con el 6°, a nuestro entender el mejor de la tarde, tampoco pudo acoplarse y construir faena de cimiento. Solo muletazos dispersos con mucha voluntad para agradar. Tarde soleadísima en Acho. Denis Castillo saludó una ovación tras parear al corrido 6°.
Domingo día 9 de noviembre 2014
Tarde soleada. Plaza rayando en lleno
Se lidiaron astados de don Roberto Puga y Montegrande, y uno del señor Alfredo Galdós.
Enrique Ponce (Tabaco y oro) Estocada trasera y desprendida, división. Estocada entera caída, dos orejas.
Sebastián Castella (Azul rey y oro) Estocada delanterilla y desprendida, descabello, oreja. Estocada desprendida, oreja.
Alfonso de Lima (Gris y oro) Estocada, silencio. Estocada desprendida, vuelta al ruedo.
Enrique Ponce
Sebastián Castella
Alfonso de Lima