Sobrecoge el valor de Roca Rey en Arnedo, donde sale a hombros.
Andrés Roca Rey abrió la Puerta Grande del Arnedo Arena en la tercera del Zapato de Oro tras ofrecer una gran tarde de toros, en la que demostró su gran concepto del toreo y un valor que sobrecogió a los espectadores. El joven novillero se abrió bien de capa frente al tercero, para después realizar un vistoso quite por tafalleras y gaoneras muy ceñidas. Labor de muleta asentada de plantas, sometiendo la embestida del de Fernando Peña a base de técnica impropia de alguien de su edad y un valor seco que augura muchos éxitos. Roca Rey culminó su primera faena metido entre los pitones de su oponente, con seguridad y solvencia, antes de despachar al astado de una estocada certera.
Remató su tarde Roca Rey en el sexto, de imponente presentación, al que saludó con una larga cambiada de rodillas en el tercio antes de templarlo con el capote ejecutando delantales ganando terreno hacia los medios. Galleó por chicuelinas para poner al de Fernando Peña en suerte en el tercio de varas, donde recibió un puyazo medido y eficiente de Manuel Molina, que fue ovacionado. Saludó montera en mano Juan José Domínguez tras parear con lucimiento. Quitó Roca Rey por gaoneras de máximo ajuste en el centro del platillo, para comenzar después la faena de muleta en el mismo lugar con estatuarios de escalofrío. Embestida descompuesta del novillo, al que Roca Rey llevó largo por ambos pitones, solventando con capacidad y agallas las complicaciones que desarrolló. En una serie a izquierdas, el novillero voló por los aires de muy fea forma, en una voltereta espeluznante que hizo temer lo peor. Sin mirarse el ensangrentado vestido de luces, Roca Rey volvió a ponerse por el mismo pitón por donde había sido levantado por los aires, para volver a someter la embestida incierta del burel y poniendo a todo el público de acuerdo. Firmeza de plantas, corazón de hierro y ganas de ser torero, esas fueron las principales armas del espada peruano durante toda la tarde, que finalizó con otro arrimón y otra estocada en lo alto, antes de que Roca Rey cruzara triunfante la puerta grande del Arnedo Arena, y postulándose como uno de los nombres a tener en cuenta para llevarse el preciado Zapato de Oro.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de Toros de Arnedo (La Rioja, España). Tercera del Zapato de Oro. Media entrada. Se lidiaron novillos de Fernando Peña, de buena presentación y escaso juego, siendo el mejor el quinto de la tarde.
Borja Jiménez: silencio y saludos.
Ginés Marín: oreja y saludos tras dos avisos.
Andrés Roca Rey: oreja y oreja. Salió a hombros.