El torero pacense realizó la vuelta al ruedo con la bandera del Perú como homenaje a la tierra que le está dando grandes oportunidades.
(Cultoro - Badajos Taurina - Hoy)
Se la jugó el Israel Lancho, al que Badajoz le ofreció la oportunidad y supo aprovecharla al máximo. Al final resultó el triunfador numérico de la tarde y consiguió salir a hombros, pero también cobró en dos aparatosas cogidas sin consecuencias aparentes. Todo por andar digno la tarde en que se sintió torero ante sus paisanos. Sus compañeros Ambel Posada y Julio Parejo, desconfiados, se fueron de vacío dando la cara ante una corrida desigual de Martín Lorca.
El segundo de Israel Lancho fue el trasteo más lucido de toda la tarde. Lo recibió en la puerta de toriles y, en unas verónicas que pusieron en pie la plaza, prosiguió con su capote por chicuelinas. En faena estructuró un trabajo medido a tiempos, basado en el pitón derecho del animal y volteado en los últimos compases de la misma, al concluir por manoletinas. Cortó una oreja tras varios pinchazos. En su primero fue prendido al recibir al toro a portagayola, en una aparatosa voltereta que no tuvo consecuencias mayores. Se quedó parado a mitad de la lidia el astado y los mejores momentos, sin duda, los consiguió al natural el extremeño. Esa izquierda le valió tocar pelo.
Por su parte, Ambel Posada no andó especialmente limpio de ideas en su comparecencia pacense: con el primero tiró por la calle de en medio ante un toro de invalidez ocular; frente al cuarto, un toro peligroso, no logró sino jugársela sin que la plaza apreciara el valeroso momento.
También el primero del lote de Julio Parejo fue una auténtica papeleta, en la que el torero anduvo desconfiado en todos los tercios. El cierraplaza desarrolló una embestida monótona en la que hubo momentos que llegaron al tendido. Sin fructificar el trasteo de Parejo, se pidió la oreja pero no fue concedida.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Badajoz. Primera de la Feria de San Juan. Tarde soleada y calurosa.
Seis toros de Martín Lorca, desiguales de juego.
Israel Lancho, oreja y oreja.
Ambel Posada, silencio y silencio.
Julio Parejo, silencio y silencio tras petición.
Israel Lancho se juega la vida para salir a hombros ante los morlacos de Martín Lorca