Nuestra buena amiga y mejor aficionada Liliana Corrales Osorio nos envió gentilmente la crónica de los dos festejos en honor al patrón San Antonio de Padua realizados el último fin de semana en Pullo, Ayacucho. Los toreros no cobraron trofeos por su falta de eficacia con la tizona; destacando por su bravura un toro de los herederos de Ibarra en la corrida del domingo.
Qué difícil es reseñar las corridas de mi querido Pullo, mi pueblo, sin comentar que las tardes fueron pletóricas, que se cortaron orejas y que se abrió la Puerta Grande. No fue así. En las dos tardes de la feria de San Antonio de Padua fallaron toros y toreros. Hubo buen tiempo y plaza llena en ambos festejos donde alternaron los matadores de toros Alejandro Morilla (España), Paco Ramos (España) y Fernando Villavicencio (Perú).
El sábado día 14 de junio se lidiaron ocho ejemplares, los dos primeros de la región y los seis restantes de las ganaderías Real Sevilla e Iván Rodríguez. Los de Sevilla saltaron terciados y escasos de fuerzas, impidiendo que los diestros, pese a su empeño, concretaran faenas de apéndices; los toros Rodríguez estuvieron en peso pero denotaron mansedumbre y peligro, algo muy extraño en esta ganadería que se está forjando a pulso un nombre en el campo bravo peruano. Pese a escuchar un aviso, Morilla nos regaló lo mejor de la tarde con una faena aseada rematada por una estocada tendida que mereció las palmas del respetable. Paco Ramos y Villavicencio se fueron de vacío.
Al día siguiente se lidiaron siete astados, dos de la región y cinco de la ganadería Ibarra de Pullo. Los toreros anduvieron voluntariosos pero esta vez fatales con el acero, escuchando todos avisos y muy penosamente a nuestro crédito Fernando Villavicencio, a pesar de cuajar una buena faena a un buen toro de Ibarra, le tocaron los tres avisos y el animal devuelto a corrales.
En la primera tarde hubo despeje de caballos de paso y paseo de "Manolas" a la usanza pullina. Inmejorables los pasodobles ejecutados por la Banda Orquesta Monumental Ayacucho, destacando en especial “Curro Romero” y “Gallito” durante el paseíllo. El corrido 3° de la segunda tarde fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El premio al mejor matador de toros fue declarado DESIERTO. La mejor ganadería fue la de Ibarra, de los herederos del ingeniero Andrés Ibarra Geldres, de Pullo. A pesar que no hubo premios para el banderillero ni picador, destacaron en banderillas y brega Richard Huarcaya y Eduardo Jorge Valdez “El Rata”, recibiendo también palmas el picador Ángelo Caro.
El permiso para la iniciación del festejo.
Alejandro Morillas
Paco Ramos